En medio del torbellino que generó la casi segura partida de Facundo Isa, José Santamarina, colaborador de Daniel Hourcade, lanzó munición a Juan Pablo Estellés.
No son fáciles los días que atraviesa la Unión Argentina. Es que a pesar de haber abrochado seis renovaciones hasta 2019 (Alemanno, Boffelli, García Botta, Kremer, Matera y Petti), empezaron los coletazos que genera la inminente salida de la gran figura en 2016 a Francia.
Uno de los que se pronunció al respecto fue Santamarina. El tucumano, ex Puma y hoy mano derecha de su comprovinciano Hourcade en el staff, dejó sus sensaciones en diálogo con La Nación en relación a Isa, que fue separado del plantel y hoy se encuentra resolviendo su futuro en Santiago del Estero.
“Si se va a Europa no puede jugar en los Pumas, y si no juega en los Pumas no va a ser tenido en cuenta en Jaguares”, explicó Santamarina. Y profundizó: “Facu me dijo que tenía un acuerdo de palabra y se iba porque confiaba en que en algún momento la UAR revertiría la restricción y él podría jugar en los Pumas, pero le expliqué que me parecía un error porque no creo que eso cambie hasta 2019″.
Pero las palabras del Cheto no quedaron ahí y la munición del ex forward cruzó el Atlántico con la mira en Juan Pablo Estellés. El ex Atlético del Rosario se fue con el aval de Hourcade y compañía como joker médico y por tres meses a Northampton tras los Juegos Olímpicos e hizo su debut en los Pumas en noviembre, con la idea de regresar y jugar para Jaguares. Pero el back renovó en Inglaterra y se quedó.
“Estaba becado en el sistema (en Pumas 7’s) e iba a ser tenido en cuenta para Jaguares este año”, adelantó Santamarina. Y siguió: “Le ofrecieron un contrato de tres meses y lo dejamos ir para que tuviera competencia, pero después le ofrecieron renovarlo y se tentó con la guita. Faltó a su palabra y me dejó mal parado”.
A todo esto, surge una desventaja más: el tiempo dilapidado al foguear a rugbiers que terminan yéndose a Europa. “Laburamos con ellos en un proyecto a cinco años, en los cuales les brindamos un sistema físico, fisiológico y técnico con lo mejor que tenemos”, contó Santamarina. “Es caro, y si un jugador nos deja a gamba, hay que recurrir a un pibe de 20 años y empezar de nuevo. Empleamos toda nuestra energía en sostenerlos hasta 2019. Pero está complicándonos la tentación por la guita”, admitió.
rugbyfun.com.ar /Alejo Miranda (La Nación)
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