Sus tries en la consagración de los Pampas en la Vodacom de Sudáfrica lo llevaron a los Pumas, y su actuación en el Mundial le permitieron cumplir otro sueño: firmar con un club francés.
Si bien todavía no se conoce oficialmente el destino, Juan Imhoff ya no jugará en su amado Duendes y se pondrá la camiseta de un equipo del Top 14 galo.
“Tengo firmado algo para irme”, admitió el wing rosarino, autor de un try en el Mundial frente a Rumania y otro contra Georgia.
Llegó a la Copa del Mundo con un sólo test de alto nivel, el previo con Gales en el Millennium de Cardiff, y terminó siendo importante en la rotación de los backs. Entró contra Inglaterra, Rumania y All Blacks desde el banco, y fue titular ante Georgia.
– ¿Qué balancés hacés de tu torneo? ¿Jugaste más de lo que pensabas?
– Jugué muchísimo. No creía que iba a estar acá, en principio. Con el transcurso del tiempo uno se va sintiendo parte del plantel y que puede aportar. Me tocó desde el banco de suplentes y entrar en todos los partidos, menos contra Escocia. Eso me deja muy contento. Es positivo el balance. Aunque en lo personal, es negativo porque sé que tengo que seguir laburando para dar más.
Con autocrítica, Imhoff dijo que no jugó bien frente a los All Blacks. “No tuve un buen partido, soy consciente. Tengo un sabor muy amargo. Ya me pegaron en la cabeza, me dijeron que tenía que ser consciente de donde estoy y esto ya se terminó. Jugué un Mundial y contra los All Blacks, y hay personas que no lo pudieron hacer. Tengo que estar contento por eso, pero es muy difícil. Sensación encontrada de felicidad y tristeza. Con el paso del tiempo será más alegría”, explicó.
Cumplió el sueño de enfrentar a los Hombres de Negro en el Eden Park y dejó una frase, como siempre. “Con las sensaciones que tuve hoy, mañana saco un libro. No tengo palabras para describir lo lindo que es. Hasta cuando te hacen el haka, que tenés esas ganas de desafiarlos. En caliente no hay que hacer ningún análisis porque sino soy el primero que me puteo”, confesó.
Con sus 23 años, Imhoff tiene mucho futuro por delante y lo sabe. “Después de haber jugado en este equipo y conocer los referentes, no sólo es una gran satisfaccion saber que se vienen años lindos, sino tambien una gran presión por los jugadores que se fueron. Va a haber que laburar muchísimo para igualar lo que hicieron. Hay que mantener esa mística”, afirmó. También dejó su visión del vestuario: “Hubo tristeza, pero estamos contentos y satisfechos. Nos podemos mirar a la cara porque dejamos todo adentro de la cancha”.
– Empezaste el Mundial siendo jugador de Duendes, ¿ahora?
– Todavía no puedo confirmar nada. Las negociaciones están, pero el club no me deja decir nada hasta que firme el contrato. Puede ser que tenga futuro francés. Tengo firmado algo para irme pero quiero ser cauto.
Imhoff sigue cumpliendo sueños. Ahora lo espera Francia, un nuevo desafío para un rosarino que crece a pasos agigantados.
scrum.com
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