Julián Quetglas Bojar, ya hizo historia en el rugby argentino en su paso por el seleccionado juvenil de seven menores de 18 años tras haber conseguido la única medalla dorada que tiene nuestro deporte. Si bien sólo le tocó jugar el partido inaugural frente a Samoa y posteriormente un tiempo ante Japón por una lesión en su tobillo, su aporte en este logro fue más allá de los tres días inolvidables que se vivieron en La Boya.
Sobre la experiencia vivida, ya que muchos de estos jugadores se pusieron por primera vez la camiseta celeste y blanca de manera oficial, del logro conseguido, del plantel que se formó durante casi tres años de trababjo y el futuro cercano de estos 12 Pumitas de Oro, fueron algunos de los temas que el jugador de La Tablada habló con CORDOBAXV.
– ¿Sos consciente de logro que conseguiste y que consiguió el equipo como lo es una medalla de Oro Olímpica?
– Sinceramente todavía no caigo, tengo la medalla colgada en el cuello en todo momento, pero nosotros sentimos como que ganamos un partido más con el club. No caemos en el logro que conseguimos porque el Oro Olímpico para Argentina en rugby es la primera vez que pasa, pero creo que dentro de un par de días cuando estemos con la mente en frío, ahí nos vamos a dar cuenta de lo que logramos.
– ¿Hay que quedarse con la imagen de los tres de La Boja (CASI) o hay que mirar todo el proceso que realizaron de tres años?
– La gente sólo ve el resultado de lo que pasó en los partidos de los Juegos, pero el esfuerzo que hubo detrás de todo este proceso para poder haber plasmado nuestro juego en la cancha y que la gente en las tribunas lo disfrute y ver que todo salió bien, fue una experiencia muy linda. Dejamos muchas cosas de lado durante todo el proceso de selección como salidas con amigos, viajes de estudio, fiesta de egresados, etc, por eso que es que todo esto hace que se disfrute mucho más por el gran esfuerzo que hubo detrás de la medalla dorada.
– Por lo que se pudo ver en cuanto al juego, el equipo terminó dejando una excelente imagen a la hora de jugar seven siendo que no era el fuerte de muchos de ustedes. ¿A qué se debió esta maduración y crecimiento? ¿A un proceso que fue de menor a mayor o al vínculo que tuvieron con el plantel de Pumas7s en las últimas semanas?
– La verdad es que hubo de todo un poco en realidad. Al principio arrancamos de menor a mayor y después se sumaron los Pumas7s, junto a los entrenadores Santiago Gómez Cora y Leo Gravano -colaboraron mucho con este proceso-, y creo que eso fue fundamental para que nosotros podamos entender el juego y volcarlo en la cancha, sobre todo porque el medirnos con jugadores más grandes nos sirvió para madurar más rápido que los otros equipos.
– ¿Qué sensación te dio entrar en el primer partido con la camiseta celeste y blanca con un estadio lleno y apoyándolos?
– Me dio mucho orgullo y alegría porque aparte se sintió el tema de la localía, y haber entrado a la cancha con esa camiseta era un sueño que me lo vengo imaginando de chico y siempre quise poder vestir la celeste y blanca y representar a mí país y que se me haya dado y aparte en casa, creo que es único y me gustó mucho.
– ¿Qué lectura se puede hacer de lo que finalmente mostraron los rivales?
– Me decepcionó un poco Sudáfrica, pensé que iba a jugar un mejor torneo -salieron cuartos- sobre todo porque en el rugby mayor son una potencia en seven, lo que me hizo pensar que iban a poder lograr algo más. Sobre nuestro equipo, creo que la clave estuvo en la constancia del plantel y no es magia lo que conseguimos, fue mucho trabajo, sacrificio por el compañero de al lado y fijarnos un objetivo el cual pudimos cumplir.
– Dejaron una imagen sólida en lo deportivo y con conocimiento de juego bien claros. ¿Crees que este plantel de doce jugadores son el futuro próximo ya sea en Los Pumitas de 15 o Pumas 7s o tendrán que ser pacientes y esperar su momento?
– Creo que tenemos posibilidades de sumarnos tanto a los Pumitas como al seleccionado de mayor de seven, pero habrá que ver cómo seguimos desarrollando nuestro juego, pero estoy seguro que desde la Unión Argentina de Rugby van a poner lo mejor de sí y mucho énfasis en este plantel y si tenemos la suerte más adelante vamos a poder sumarnos a un seleccionado mayor.
– ¿A quién te gustaría dedicarle esta medalla de oro y quién se te cruzó por la cabeza cuando te la colgaste en el pecho?
– Principalmente, me gustaría dedicarselo a mi papá y a mí mamá que fueron los que me apoyaron más que nadie en este proceso y en ellos fue en quien pensé cuando me entregaron la medalla. También hay un montón de gente obviamente que colaboró y me ayudó en quienes siempre me apoyé. Mi club, La Tablada, me ayudó mucho también porque me bancó un montón cuando no podía jugar o entrenar con los chicos de mi división. Eso me sirvió mucho para estar tranquilo y poderle dedicar mucho tiempo a las distintas concentraciones nacionales.
Por Martín Quetglas
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