Culminó ventana internacional con más aspectos negativos que positivos. Para muchos se cerró una etapa
Se cerró una etapa en este junio tan ajetreado para Los Pumas.
Afrontaron una serie de partidos muy exigentes con Inglaterra y uno de menor calibre contra Georgia con resultados dispares en lo numérico (dos derrotas y una victoria), pero parecidos en lo referido al juego (se jugó mal).
Se cerró una etapa porque para muchos de los jugadores que la disputaron, eso fue lo que pasó. Esta ventana fue la que culminó su relación con el seleccionado de cara al futuro.
La realidad es que junio fue en buena medida, un punto de inflexión en muchos sentidos para casi todos los involucrados: para los jugadores, sin duda alguna por lo que expresaron en la cancha; para el staff, porque se terminó de convencer que para afrontar el Rugby Championship no cuenta con un recambio muy extenso, que sí tiene algunos que van a rendirle siempre en un nivel parejo, acorde con las expectativas y otros que desafortunadamente, o no están en el nivel esperado o han llegado a su techo como jugadores de rugby de élite.
Evidentemente hoy más que nunca queda claro y lo ocurrido es muestra de ello, que el rugby post Rugby Championship 2012 va haciendo camino al andar y que todo está sirviendo de experiencia para que en el futuro no vuelva a pasar lo que ocurrió en estos tres fines de semana pasados.
¿Y que ocurrió? El seleccionado argentino no estuvieron a la altura de las expectativas puestas en ellos. No se jugó buen rugby. Se retrocedió en lo que es la disputa de las formaciones fijas -especial y fundamental-mente, el scrum-; la obtención en general fue de mala calidad y la utilización de la pelota no siempre fue acorde a las necesidades o posibilidades; también, que muchos de los convocados jugaron con ciertos temores producto de la presión y que se evidenció en el último partido en San Juan, donde Los Pumas no fueron superados, pero se notaron atados, contenidos, asustados por temor a equivocarse y dejar una mala imagen individual, que ocurrió de todas formas a pesar del triunfo.
Sobre los partidos contra Inglaterra ya se ha dicho casi todo. Las críticas arreciaron, y con razón. Se esperaba mucho más de los argentinos, pero es imposible analizar esto sin tomar en cuenta el enorme poderío de los ingleses, más allá de las ausencias. Todos los que vinieron a la Argentina de gira son figuras en sus equipos de liga y tienen sobrados méritos para no ser considerados jugadores clase B. Decir eso sería caer en un craso error, pues Inglaterra era muy superior en la previa y lo fue en los tests. No hay nada de malo en ello. Lo que sí llamó la atención es que el conjunto argentino estuviera tan bajo.
Muchas veces, los sopapos de realidad en el momento justo sirven para abrir los ojos y darse cuenta de que hay cosas que necesitan ser corregidas. En muchos aspectos, junio fue ese sopapo. Se está a tiempo. Que se aproveche.
Por: Eugenio Astesiano
www.alrugby.com
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