Los minutos del tiempo suplementario se iban extinguiendo y el SIC estaba en su campo defendiendo cada uno de los embates de Alumni, incluso se salvó de perder el partido en cuatro ocasiones (tres drops desviados y un penal fallido de González Iglesias).
Pero en cuanto pudo salir de ese asedio y tuvo obtención de la pelota se acercó hasta el ingoal del rival. Allí tuvo una situación inmejorable, pues la chicharra ya había sonado y a Benjamín Madero le llegó una pelota frente a los palos y este no dudó, decidió patear un drop para darle al Zanjero el título.
Sabíamos que se iba a definir de esa manera. Dije que una oportunidad tenía que tener. Era pegarle de cualquier manera y tenía que entrar, sostuvo el héroe de la noche tras la jugada decisiva.
Si bien durante el partido pasamos por distintas adversidades, ya sea por las lesiones y por no haber tenido la pelota, lo buscamos hasta el final y fuimos inteligentes. En los momentos en que tuvimos la pelota estuvimos muy bien, levantamos de a ratos y creo que por eso somos un justo campeón, explicó el capitán del San Isidro Club con respecto a lo que fue el desarrollo de la final y el posterior desenlace que le dio a su equipo el bicampeonato.
La nueva coronación del SIC tuvo una connotación especial para el joven apertura de 23 años, ya que Madero fue el nuevo capitán del conjunto de Boulogne esta temporada y en su primera experiencia fue el encargado de levantar la copa.
Es algo hermoso, inexplicable. Este año mis compañeros me eligieron para ser el capitán del equipo y la verdad que salió todo redondo. Más no puedo pedir.
Sin dudas el segundo título de la URBA en la carrera de Madero tendrá un sabor especial, distinto e inolvidable. Así como su padre Rafael vivió momentos de gloria con su querido SIC, ahora le toca a Benjamín gozar de las mieles del éxito.
Esta vez fue por un drop agónico, a los 101 minutos, pero que le valió un nuevo título. Más que Madero, el 10 tuvo y tiene madera de campeón.
Por: Sebastián Maidana
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