La final del IRB Junior Championship 2010 que se está jugando en Argentina tiene mucha coincidencias con el partido jugado 12 meses atrás en Japón. Nuevamente tenemos entre los finalistas a Nueva Zelanda- con su gran poderío en ataque- enfrentando a Australia, que debuta en este tipo de definiciones y es poseedor de una admirable defensa.
El clásico de Oceanía que pondrá en disputa el honor de ser el mejor del JWC será la final más justa ya que ambos equipos han jugado un gran rugby. Las estadísticas lo confirman y demuestran que ambos conjuntos han pasado la barrera de los 600 puntos durante los últimos tres años en los que se desarrolló este evento.
Estos equipos, vecinos del Pacífico Sur, han jugado con mucha clase, ritmo, potencia y madurez para ser equipos tan jóvenes y ese es un gran crédito tanto para el entrenador Australiano, David Nucifora, como para el mentor de los Baby Blacks, Dave Rennie, un gran apasionado de este juego.
Los jóvenes australianos mejoraron poco a poco su juego de ataque desde la primera fase del torneo. Salesi Manu y Paul Alo-Emile, dos de los pesos pesados de la primera línea, pesan 120,65 y 127 kgs. respectivamente y forman parte del scrum, que suele ser el punto más débil el equipo.
El ritmo de la final será una verdadera prueba que demostrará la resistencia de ambos equipos. El dúo integrado por Gregory Peterson y Phoenix Battye, conocidos como “las Torres Gemelas” ya que son los dos jugadores con más altura del torneo, necesitarán mejorar su trabajo en el line out con respecto a la semifinal contra Inglaterra pero tienen todas las cualidades para lograrlo.
Formando un Wallaby
Los australianos son liderados brillantemente por el número ocho Jake Schatz y su combinación con el apertura Liam Gill y Edward Quirk completa el grupo de los cinco de adelante. Quirk estará en el banco para el partido final por el retorno del influyente Colby Faingaa, que no estuvo en los últimos dos encuentros por una lesión en un pie.
Gill que cumplió 18 años el 8 de junio, es digno de una mención especial. No pasará mucho tiempo para que lo veamos en los Wallabies y no sería sorpresa que el entrenador Robbie Deans lo incluya en la selección mayor de su país el próximo año para el Mundial de Rugby. Su velocidad y posicionamiento son notables. Un ingrediente que el entrenador de rugby no puede enseñar es la inteligencia en el juego y este jugador posee demasiada.
Los backs australianos fueron los mejores de las últimas tres semanas. El cerebro es el apertura Matt Toomua, quien demostró ser un buen jugador en el Súper 14 para los ACT Brumbies. El poder y la fortaleza de la pareja de medios formada por Robbie Coleman y Kimami Sitauti son dignos de mencionar y me sorprendieron con sus corridas hacia afuera y su habilidad para liberarse de los tackles.
Dominic Shipperley y el fullback Luke Morahan jugarán los 80 minutos del partido contra los neocelandeces. Esta es el equipo australiano mejor preparado que he visto en el JWC. El plan de la Unión es poner a muchos de estos jugadores en el Súper Rugby y el circuito de Seven de la IRB Sevens que ha probado ser una gran recuperación de la inversión.
El precio de la entrada vale la pena.
Los Hombres de Negro llegaron con solo un jugador que estuvo en Japón el año pasado (el pilar Willie Ioane) y de los seleccionados en este Mundial Juvenil son los que están en mejor forma. Tres victorias fáciles en su zona – contra Fiji, Samoa y Gales – significaron un cambio en la estrategia y una nueva perspectiva se necesitó luego de la semifinal contra Sudáfrica.
La intensidad y el gran comienzo hicieron vibrar a la nación multicolor y creo que este es el mejor pack de forwards que vi. La competencia por el puesto saca lo mejor de cada persona y no es sorprendente que Dave Rennie haya recompensado a los jugadores que tomaron parte de los últimos dos partidos.
La primera línea de Angus Taavao-Matau, Jeff Allen y el ex-pilar derecho, ahora hooker, Liam Coltman, llevan adelante las estrategias de forma brillante. Los tres son muy fornidos, pero tienen la astucia y la habilidad para cambiar sus pasos.
Nadie ha sido mejor en la segunda línea que Liaki Moli y el gran marcador de tries Blade Thomson. Contar con un grupo de cinco tan cerrado y con la ética de los jugadores justifica que se encuentren por tercera vez en la final del JWC.
Vale la penal pagar el precio de la entrada para ver la disputa por la pelota porque Sean Polwart va a probar al número siete australiano. Es fuerte, agresivo y disciplinado. Las piezas finales de la obra maestra son Luke Whitelock y Rory Grice. Deberán ser precisos este lunes por la noche y Grice tendrá que eliminar los errores básicos que tuvo contra Sudáfrica porque perder la pelota tendrá un gran costo.
Posiblemente, la mejor final de la JWC
Los backs de Nueva Zelanda está trabajando para lograr una base sólida apuntando a la potencia de sus forwards que se han destacado y a dos jugadores de gran importancia como lo son el capitán Tyler Bleyendaal y máximo anotador de tries (8) Julian Savea. Ambos han sido considerados por la IRB como Mejores Jugadores del Año 2010.
Bleyendaal es producto del la ciudad de Christchurch que continúa produciendo jugadores de alta calidad. Sus habilidades para tomar buenas decisiones en el campo es la razón por la cual fue elegido capitán. Los jugadores con clase tienen tiempo y Bleyendaal hace que un nano-segundo parezca un minuto. Es un gran estudiante del juego y ocupa el importante rol de comandante en jefe a la vez que parece saborear cada desafío. Lo hace con honores.
Julian Savea no quedaría fuera de lugar en una camiseta de los All Blacks. Tiene un tremendo poder y atletismo. Solamente Savea podría haber marcado cuatro de ocho tries por su magnifica condición. Fue magnífico contra Gales cuando apareció como wing izquierdo desde diferentes fases establecidas y si Savea, otro jugador nominado este año, está ocupado de vez en cuando en la pelota, será una noche larga para los australianos.
Esta será la mejor final del Junior World Championship, con la actuación de dos equipos positivos con actitudes similares para expresarse con sus habilidades. Coincidiendo con el campo de juego y con el hecho de ser el primer partido jugado en la noche significará que la aplicación mental y la atención a los básicos podrían hacer la diferencia. Es un viejo cliché del rugby que los partidos se ganan con los forwards y por esta razón creo que los Baby Blacks celebrarán el tercer título consecutivo.
Para concluir, podría felicitar una vez más a la International Rugby Board por organizar una competición sensacional. Todo ha fluido como el tango. Los anfitriones argentinos, con todos los voluntarios han, una vez más, alcanzado al parámetro de la hospitalidad y ser hiper generosos con sus tiempos. Si alguna vez vuelvo a ver un bife gigante o una botella de vino Malbec mi hígado y mi cintura no estarán decepcionados.
irb.com
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