El episodio final del documental ganador de la Copa del Mundo de los Springboks, Chasing the Sun, hizo llorar a Sudáfrica con una historia notable sobre el wing Makazole Mapimpi.
El director de Rugby de SARU, Rassie Erasmus, se puso a llorar cuando reveló la historia detrás del pasado de Mapimpi. Es una historia que debería traer esperanza a cualquier persona, una historia de coraje, una historia de esperanza.
Cuatro años atrás el wing Makazole Mapimpi era un ejemplo más de aquellos jugadores que empiezan a desandar un camino lleno de ilusiones y sueños. Su presente estaba marcado por la camiseta de Border Bulldogs de la primera división del rugby sudafricano hasta que todo comenzó a cambiar.
Mapimpi siempre tuvo esas cualidades apropiadas para su puesto con ritmo y dinámica para desequilibrar con la mira puesta en la línea de try, pero el hombre de un pequeño asentamiento rural al este de Ciudad del Cabo, jamás pensó que su destino estaría relacionado con los Springboks. Además no le tocó concurrir a una escuela donde el rugby estaba en el centro de la escena como estímulo deportivo y en ningún momento los detectores de talento pusieron el ojo en él.
“Nadie de mi familia jugó al rugby, soy el primero y el único”, confesó con humildad el punta del equipo de Rassie Erasmus.
A lo que agregó que, “para ser honestos no sabíamos realmente cómo podía llegar a rendir en los Springboks, vimos cómo desnudaba estructuras defensivas en los Kings y después en los Cheetahs. Pero nunca había tenido la posibilidad de pulir sus otras cualidades”.
“Jugadores que provienen de zonas rurales no siempre se animan a patear la pelota, pero trabajó mucho en sus destrezas y vimos una buena evolución. Por eso decimos que es uno de los jugadores que más creció en este último tiempo y te diría que en todos los aspectos”, finalizó el entrenador asistente, Mzwandile Stick.
En estos día, el ex Head Coach de los campeones del Mundo contó una historia que le parte el corazón a cualquiera.
“En la parte de atrás de la camiseta que usamos en la final del Mundial, hay números donde podías mandar a poner fotos de miembros de tu familia. Él sólo tenía fotos de sí mismo. Y le pregunté: ¿Por qué hacés esto? y me dijo: “No tengo a nadie”.
“Su hermano murió, su madre murió, él no tiene fotos. No juega por alguien…solo tiene un corazón enorme….un corazón enorme”.
Es de una zona humilde en Cabo Oriental y se convirtió en el primer jugador de los Springboks en apoyar un try en la final del mundo.
Fuente: Supersport