Números positivos, un futuro que asusta por la cantidad de eventos pero que marcará un notable crecimiento para el rugby argentino y un clima político de buena convivencia fueron señales más que elocuentes para que Luis “Cacho” Castillo siga por un segundo período al frente del rugby nacional.
El primer presidente surgido fuera del ámbito porteño, el tucumano Castillo, tendrá estos dos últimos años para dejar bien firme su impronta ya que no podrá renovar cargos luego de seis años consecutivos en el Consejo Directivo de la Unión Argentina de Rugby. Por de pronto, luego de llegar a la presidencia postergando a una fraccionada Unión de Rugby de Buenos Aires y con el apoyo de todo el rugby del interior del país, hoy cuenta con el renovado apoyo de la principal unión provincial, que ha enviado pesos pesados a representarla.
Es importante acompañar a la UAR, comentó rápidamente el presidente Carlos Campagnoli a punto de ingresar a una reunión con quienes serán sus representantes la noche previa a la consagración del nuevo Consejo.
Ingresarán como vocales el ex presidente de la URBA, Néstor Lalo Galán -regresa al Consejo Directivo, donde estuvo hasta fin del 2005-; Carlos Righi, secretario en la gestión de Galán en la URBA, -y hombre con vínculos con el gobierno nacional, según cuentan- ; y Agustín Pichot, que tendrá, por primera vez, un cargo dirigencial oficial. Hasta ayer, era miembro invitado de la Subcomisión de Alto Rendimiento.
También regresa a la UAR el rosarino Carlos Araujo, alguna vez candidato a presidente. Será vice-presidente 2º mientras que el mendocino Carlos Navesi seguirá como vice 1º un año más. Araujo ocupará el cargo que abandona el también rosarino Ricardo Paganini, que seguirá al frente de CONSUR por unos meses más.
El importante cargo de secretario mantendrá provincia pero cambiará de nombre. No estará más el cordobés Pablo Gabellieri y quien tomará el que es en los papeles el segundo rol de trascendencia en la estructura política del rugby es el ex presidente de la URC, Marcelo Ambroggio. La tesorería seguirá a cargo de Carlos Barbieri, de Nordeste.
En la sede de la UAR -oficinas que dejarán en los próximos meses para instalarse en un edificio propio de dos pisos en San Isidro- se realizó ayer la Asamblea General en la que se aprobaron los cambios y renovaciones al Consejo.
Queda por definirse quiénes se sientan en la mesa chica, la que decide el rumbo que transita el rugby nacional. Seguirá como hombre fuerte el tucumano Manuel Galindo, quien lideró la Subcomisión de Alto Rendimiento, y seguramente estén el ex Puma marplatense Buenaventura Mínguez, de larga trayectoria dirigencial. Pichot se sentará en la mesa de las decisiones y seguramente haya un lugar para Galán. Araujo también querrá sentarse allí, ya que es progresista, compañero de ruta de Pichot y fue un férreo defensor de la visión de la UAR.
Los dueños de las sillas de la mesa chica saldrán de una dura negociación política.
Visto desde afuera, son llamativos los nombres porteños ya que no aparentan estar alineados con la conducción de Campagnoli, más bien lo contrario. Dicen los que conocen la interna que se prevé una fuerte campaña para que la oposición de hoy acceda a controlar la URBA a fin de año y desde allí buscar recuperar la conducción nacional.
Claro que los desafíos que se presentan para el rugby argentino son tantos que quienes estén en la conducción deberán enfocar el objetivo en lo que hay en la mano. Se viene el año más importante del rugby argentino: seis test matches de local y la misma cantidad de visitante, ya de por sí requiere mucho esfuerzo. El ingreso a The Rugby Championship es una parada difícil y que exige concentración, dentro y fuera de la cancha.
Se viene un relanzamiento del rugby argentino desde lo deportivo y lo financiero. Se viene un nuevo futuro.
Por: Frankie Deges
www.alrugby.com
Este sábado, el puntero Toulouse con el regreso del centro de Los Pumas, Santiago Chocobares y Efraín Elías ingresando a los 57 minutos, el líder de esta competencia, se despachó...
Leer Más