En una dura pulseada de forwards, Alumni se mostró más consistente que Duendes, entonces se volvió inobjetable su triunfo por 33-18.
En una dura pulseada de forwards, Alumni se mostró más consistente que Duendes, entonces se volvió inobjetable su triunfo por 33-18, que en este arranque del certamen lo llevó a lo más alto de la Zona 3. Un estreno que se condice con su actualidad en el campeonato bonaerense, en el cual también marcha delante de todos.
Ambos mostraron defensas infranqueables durante la primera parte, pero el desgaste progresivo terminó inclinando la balanza en favor del conjunto de Tortuguitas, que supo controlar la situación. La temprana llegada de los rosarinos, con un contraataque de Pablo Gulino, encontró una respuesta categórica: dos tries de Nahuel Neyra. La primera conquista, cuando ingresó el poderoso maul rojiblanco en el in-goal rival y, el segundo, cuando el segunda línea fue habilitado tras el quiebre de Caratti.
La presión de los locales complicó a Duendes hasta que los errores defensivos se transformaron en penales aprovechados por Van de Ghote. De poco, además, Alumni debilitó la resistencia de su oponente, hasta que logró doblegarlo con absoluta autoridad.
"El primer tiempo resultó muy duro, porque ellos tuvieron una defensa impenetrable y nos costó mucho quebrarlos, pero con la entrega logramos superarlos", explicó Martín Bottini, una de las piezas clave para organizar el ataque del vencedor.
Por Exequiel Meza (La Nación)