Nunca debemos olvidar el papel fundamental que cumple el agua en nuestro organismo; enfriamiento, transporte de nutrientes, lubricación de articulaciones, digestión y absorción.
El 60 o 70 % de nuestro cuerpo está formado por agua, la gran mayoría se encuentra en la sangre y en los músculos.
La cantidad de agua del organismo es limitada, si las pérdidas no son reemplazadas puede haber un descenso en la transmisión de calor desde los músculos hacia la piel, cuya consecuencia será el aumento de la temperatura corporal, favoreciendo el riesgo de deshidratación los primeros signos son la sed intensa, el cuerpo seco, caliente, sequedad de piel y mucosas, calambres (se pierde sodio por transpiración), agotamiento por desequilibrio hidroelectrolítico (que se manifiesta con mareos, sudor, taquicardia, cefalea, palidez, etc.), golpe de calor (disminución del nivel de conciencia, descoordinación neuromuscular) y en casos extremos comprometer la vida.
La deshidratación provoca una disminución de la capacidad aeróbica, de la potencia aeróbica máxima, de la resistencia muscular y de la capacidad de desarrollar trabajo físico. Además de las cualidades físicas mencionadas también pueden verse afectadas las facultades mentales, la coordinación fina y por lo tanto, es indispensable aportar líquidos durante el ejercicio, fundamentalmente cuando se producen grandes pérdidas hídricas.
La forma adecuada de hidratarse va a depender de:
. El objetivo a alcanzar (aumentar la masa muscular, disminuir el tejido adiposo, optimizar el rendimiento, etc.)
. La intensidad, frecuencia, duración, etc. del entrenamiento a realizar
. El clima (temperatura y humedad)
. Variaciones individuales (hay gente que transpira más que otras)
Teniendo estos factores presentes se debe optar por la bebida adecuada (agua y/o bebida deportiva) y se deben practicar estrategias de rehidratación durante los entrenamientos.
Recomendación: Nunca probar 1 estrategia nueva el día del partido, para eso están los entrenamientos.
HIDRATACION PREVIA (PARTIDO/ENTRENAMIENTO)
El objetivo es asegurar un estado de euhidratación (o sea hidratacion normal) y prevenir malestares gastrointestinales.
Evitar bebidas diuréticas o con gas (alcohol, café, mate, colas)
Beber entre 300-600ml de agua (sin gas) en la hora previa al partido (precalentamiento); y más si la temperatura y/o humedad son elevadas o si sos un “sudorador profuso”.
HIDRATACION DURANTE (PARTIDO/ENTRENAMIENTO)
El objetivo es reponer agua perdida por sudor y proveer una fuente de energía, para retrasar el vaciamiento glucogénico y, por lo tanto, la fatiga. En todo entrenamiento mayor a 60 minutos de duración y alta intensidad.
¿Qué? Agua y bebida deportiva, en lo posible, bien fría; que contenga los nutrientes necesarios y suficientes como sodio (para favorecer la absorción del agua) e hidratos de carbono. Estos últimos retrasan, pero no evitan, la fatiga muscular; ya que la tasa de utilización es mayor a la capacidad de ingerir hidratos de carbono durante el ejercicio.
¿Cuándo? Siempre, en los penales, conversiones, en el entretiempo y, en todo momento que el partido te lo permita… o entre sesiones de ejercicios en el gimnasio/campo.
Prestar especial atención para los que se queden de suplentes, deben rehidratarse en el banco de suplentes, para estar preparados en caso de tener que entrar.
Si estamos deshidratados nuestro rendimiento NO va a ser óptimo. Con una pérdida de peso del:
2% hay disminución del rendimiento deportivo
3% hay disminución de la resistencia física
4% hay disminución de la fuerza muscular
Y con una pérdida mayor al 6% existe riesgo de enfermedades por calor y mayor al 10% compromete la vida, pero estos casos no son típicos en rugby (si en fútbol americano, maratón, etc.). No se debe esperar a tener sed para tomar líquido; en ese momento ya estás deshidratado!! Otras razones de ingestas inadecuadas de líquidos son: falta de disponibilidad de líquidos, líquidos poco apetentes, tradición deportiva, falta de concientización en el tema.
¿Cuánto? Lo ideal sería conocer las pérdidas individuales y reponerlas con agua y bebida deportiva.
Como regla general, consumir entre 500-1000ml/hora de bebida deportiva o agua mineral (sin gas), cantidades mayores pueden ser necesarias en días de temperaturas elevadas.
Todo esto es planificable y entrenable!! No dejar la HIDRATACION librada al azar.
No probar estas estrategias por primera vez en un partido; sino tratar de ir acostumbrándose en los entrenamientos a beber cada 15-20 minutos, para probar tolerancia gástrica.
REHIDRATACIÓN(PARTIDO/ENTRENAMIENTO)
El volumen de líquido perdido depende de la intensidad y duración de la actividad, de la temperatura y humedad ambiente, de la vestimenta utilizada, de la aclimatación de la persona al calor, del movimiento del aire y de la radiación solar.
El mecanismo de la sed se activa cuando ya se ha perdido mucho líquido, por lo que es importante controlar las pérdidas comparando el peso previo y posterior a la actividad y el color de la orina (cuanto más amarillo, mayor la pérdida de líquidos, generalmente).
La estrategia a seguir es: beber 1/2 litro de bebida deportiva apenas se termina de entrenar/jugar y luego se debería consumir hasta completar el 150% del peso perdido, en las 2-3 horas siguientes.
Ejemplo: Jugador de 90Kg con una deshidratacion del 2% perdió 1,8Kg, el volumen a consumir sería de 2,7 litros (2700ml): 1º medio litro y luego 2200ml.
La DESHIDRATACION, es uno de los principales 5 factores nutricionales relacionados con la fatiga y disminución del rendimiento, junto al vaciamiento de los depósitos de glucógeno (energía) en músculos activos, la disminución de la glucosa sanguínea (hipoglucemia), malestares gastrointestinales, exceso de masa adiposa (lastre).
DEPARTAMENTO MEDICO TABLADA
Raul Quiroga
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