Un comunicado del organismo aseguró ayer que no aportará los 8 millones de dólares si la UAR no modifica sus estrucuturas. El contenido del mensaje que llegó ayer desde Dublín envolvió en la confusión y la incertidumbre las oficinas de la Unión Argentina de Rugby (UAR), en Buenos Aires. "La Argentina recibirá 4 millones de libras (unos 8.000.000 de dólares) en un período de tres años una vez que finalice su reestructuración gubernamental y organizativa" , expresó el comunicado oficial de la International Rugby Board (IRB), en su deseo de difundir el programa de inversión para promover el desarrollo del deporte en el mundo.
La noticia tomó por sorpresa a las autoridades argentinas, que desmintieron tajantemente la información. "La reforma de nuestro estatuto no tiene nada que ver con el aporte de los fondos de la IRB. Sería mejor modificarlos para cumplir con algunos requisitos solicitados, pero no impide el envío de dinero. Tengo la prueba de que algo de la plata ya nos fue entregada", sostuvo ayer Porfirio Carreras, presidente de la UAR, en diálogo con LA NACION.
El contrapunto sería resuelto próximamente. Bernard Lapasset, el titular de la IRB, llegará hoy a Buenos Aires para una visita que contempla buscar "una solución y seguir de cerca el caso argentino", según definió una fuente desde Irlanda, donde está situada la sede del organismo internacional.
Lapasset tiene previsto brindar una conferencia de prensa sólo el viernes, después de interiorizarse más de la situación y de reunirse con Carreras y los dirigentes de todas las uniones del país. El presidente de la UAR le solicitaría al francés que dé explicaciones en público sobre el comunicado que hoy mina de incertidumbre el camino de los Pumas hacia la profesionalización.
En algunos pasajes del mensaje de la IRB se citaron palabras de Lapasset: "… La Argentina está por beneficiarse con un paquete de fondos en los próximos tres a cuatro años, pero una vez que haya finalizado su reestructuración administrativa y operativa. Esto continúa con el proceso de desarrollar a la Argentina como una unión del Tier 1 (las diez mejores selecciones del mundo)…".
Hace un tiempo, la IRB aconsejó a la Argentina reformar sus estructuras de gobierno para que, entre otras cosas, su unión esté amparada para contar con un seleccionado profesional y con un gerente general o CEO, una figura necesaria para auditar y administrar los fondos que enviará el organismo. Además, el gerente sería quien lleve a cabo las directivas que bajarán desde el consejo directivo de la UAR.
No existe un tiempo límite para designar al gerente general, pero la UAR ya inició la búsqueda mediante una convocatoria que se hizo a través de los medios de comunicación. Habría más de 90 aspirantes al cargo.
Hace 12 días, en Dublín, Hugo Porta y el consejero de la UAR, Ricardo García Fernández, presentaron ante la IRB el plan estratégico para aggiornar las estructuras nacionales a los latidos de la modernidad. Explicaron ante las autoridades del organismo la metodología y cómo piensan implementar el cambio en el país. Ambos dirigentes regresaron del cónclave eufóricos, considerando que la IRB aportaría una cifra millonaria para el desarrollo del rugby en la Argentina, más allá de la truncada reforma de las estructuras de gobierno por las diferencias entre las uniones del interior y Buenos Aires.
La relación de la Argentina y la IRB casi siempre fue una historia de desencuentros. Durante la anterior administración, a cargo del irlandés Syd Millar, hubo constantes cortocircuitos.
Se intuyó que todo cambiaría con Lapasset, ya que el francés mantuvo siempre un cordial vínculo con las autoridades de la UAR desde su época de presidente de la Federación Francesa. De todos modos, la visita de Lapasset simboliza un gesto. Tal vez su llegada a Buenos Aires sea el primer paso hacia la metamorfosis por la que lucha el rugby argentino.
Antes del mundial
2 millones de dólares es la suma de dinero que recibió la UAR por parte de la IRB durante los últimos tres años. La cifra es mucho menor de lo que percibiría ahora, ya que la Argentina era considerada un país en desarrollo y no cobraba como miembro del Tier 1. La UAR recibía 660.000 dólares, como Canadá y Japón, pese a estar entre los diez mejores del ranking.
Después del mundial
8 millones de dólares es la suma de dinero que recibiría la UAR por parte de la IRB en un período de tres años (2009-2011).
* 3 millones en concepto de fondos que no fueron utilizados durante el período 2006/08.
* 3 millones en concepto de "fondos especiales", que serían destinados al desarrollo del deporte.
* 2 millones en concepto de lo que perciben los países que integran el Tier 1 (diez mejores del mundo).
* Lapasset llega a Buenos Aires con varios planes El presidente de la International Board, Bernard Lapasset, llegará hoy a Buenos Aires para reunirse con los dirigentes de la UAR, entre otras actividades. Tendrá encuentros con los titulares de todas las uniones provinciales del país e incluso visitará algunos clubes. Se quedará hasta el viernes próximo, cuando regresará a París. Además, el dirigente francés se juntará hoy con miembros del Comité Olímpico Argentino para incluir al rugby como disciplina para los Juegos de 2012.
Por Nicolás Balinotti
De la Redacción de LA NACION
