No es ningún cuento de Walt Disney, sino la realidad de dos equipos con un presente similar. El Córdoba Athletic es semifinalista de pura lógica en cambio el hípico se convirtió en la sorpresa del campeonato.
Revisar la historia de este torneo puede lograr permitirnos dilucidar muchas cuestiones de los finalistas, pero también habrá que revisar la historia mas reciente del rugby local para poder entender otras situaciones dadas. Porque los hombres del Athletic son los dueños del presente donde fueron los mejores hasta ahora. Pero los hípicos de Villa María tuvieron su premio más que por su presente sino por todo lo que debieron transitar durante años para lograr colarse entre los mejores de Córdoba.
En el primer encuentro a la lógica le pasaron el felpudo, porque cuando todo el mundo daba como candidato al Tala Rugby Club el semáforo se puso en verde y su rival no tuvo mas remedio que pasar y llevarse una victoria clara y merecida. Pero además de que su presente lo muestra como uno de los mejores del año también la historia lo acompaña. Durante los últimos años fue un gran protagonista, no solo que jugo a gran nivel sino que en muchas ocasiones a los grandes le pasó el trapo como el mejor. Todo el peso de la historia le regalo este hermoso premio que es ser finalista y sobre todas las cosas lograrlo de manera merecida.
En el segundo partido la lógica impero, porque los hombres de las diagonales hicieron pesar su inmediato presente y si tuvieron que sufrir fue porque al frente tuvieron a otro grande del rugby cordobés. La Tablada puso toda la carne al asador y estuvo a segundos de lograr dar el batacazo. Pero si de justicia se debe hablar el resultado final fue mas premio por todo lo realizado durante esta temporada que por lo mostrado durante los ochenta minutos jugados, algo que el Córdoba Athletic supo aprovechar y por supuesto ser un justo finalista.
Falta la segunda parte, el capítulo final de esta novela donde los protagonistas tendrán que demostrar si son o no los mejores del año. Los actores que estarán en escena deberá ratificar o rectificar lo que para muchos fue la lógica y al sorpresa.
Luis Oviedo Ortiz – [email protected]