Hernández tuvo el gesto porque sufrió dos serias lesiones desde que llegó al club. “Te quedás acá”, le contestó el presidente.
“Ya tuve de todo: manos, tobillo, pie, rodilla, espalda…”, recuerda Juan Hernández. Se refiere a lesiones/operaciones, claro. Sin embargo, lo peor le vino luego del brillante Mundial 2007. El año último requirió una compleja cirugía de espalda que lo mantuvo diez meses afuera. Regresó en agosto y, siete meses después, crac en la rodilla. Lo sufrió él más que nadie, pero también el Racing Metro 92 de París, que puso unos cuantos billetes para tener al argentino de 28 años (cumplirá el 7 de agosto). “Una de las razones por las cuales decidí volver ahora a Francia es porque quiero estar en la parte final del Top 14 ( NdR : Racing va segundo). Quiero aportar desde algún lado. Suelo hablar mucho con los entrenadores, tengo opinión sobre el juego de backs. Si me necesitan…
-¿Cómo está la relación tras la nueva lesión?
-Muy bien. Ellos se portaron muy bien conmigo. Estoy agradecido.
-Desde siempre fuiste un objetivo para el presidente Jacky Lorenzetti.
-Antes de que me fuera a Natal, en el 2009, ya habíamos hablado. Le dije que quería probarme en Sudáfrica y Lorenzetti aceptó. Me dijo: “Tengo esta oferta para cuando vuelvas”.
-Y volviste…
-Pero con la lesión de la espalda y a operarme. Y el presidente del Racing no retiró la oferta. Ni la redujo. La mantuvo. Y firmé. Ese día, con todo el mundo presente, me dijo: “Con vos hice una inversión y espero que vuelvas a tu nivel. Es una apuesta”. Yo ahí mismo le propuse que si no cumplía sus expectativas, él podía cancelar mi contrato ( NdR : le queda una temporada más y otra opcional) porque se había portado bárbaro conmigo.
-¿Y qué pasó con la lesión de la rodilla?
-Pedí hablar con él. Me recibió y le dije que yo quería cumplir con mi palabra. Le ofrecí rescindir mi contrato. Se sorprendió de que le planteara eso. Me dijo que no, que no quería que me fuera, salvo que yo quisiera dejar el rugby. “De ninguna manera, ojalá pueda seguir en Racing”, le respondí. “Entonces te quedás acá”, contestó.
-Y si no llegás al Mundial, ¿vas a Nueva Zelanda?
-Me encantaría. Como sea. Como jugador, hincha, donde sea. Pero habrá un tema contractual: debería estar en el club con la recuperación y no de vacaciones. Es lo que yo quisiera, pero…
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