Al finalizar la actual temporada, el centro kiwi con presente en Toulon, hará las valijas para regresar a Nueva Zelanda y así poder estar a disposición de Scott Robertson en caso de que lo quiera convocar a los All Blacks. Ante la prensa, justificó su elección y dejó la puerta abierta a volver al Top 14 tras el Mundial de Australia.
Al llegar a la sala de prensa con Lewis Ludlam, Leicester Fainga’anuku fue cortés y deseó a toda su audiencia un feliz año nuevo. Unos minutos más tarde, todavía con una sonrisa en el rostro, la persona fue más directa cuando le preguntaron qué podíamos desearle para el nuevo año: “Un escudo”.
Aunque Fainga’anuku haya anunciado su regreso a Crusaders hace varias semanas, el subcampeón del mundo de 2023 sigue “centrado”, como le gusta recordarnos, en el final de su aventura en Toulon.
“Tuve que tomar una decisión difícil. Tuve que regresar a casa por mi esposa, mi familia. Era importante para nosotros volver a Nueva Zelanda, más aún con el nacimiento de mi hijo”.
“Mi hijo crecerá rodeado de sus familia.”
¿Una elección puramente familiar entonces?
“Ustedes conocen las reglas tan bien como yo. Las reglas son difíciles… No puedo ser seleccionado para los All Blacks estando en el extranjero. También es uno de los aspectos positivos de regresar a Nueva Zelanda. Así puedo ofrecer mis servicios a los All Blacks.”
Un factor que Pierre Mignoni no pudo combatir: “Sé que Scott Robertson ya me había advertido, cuando había tomado la decisión de irse a jugar a Francia, que era joven y que le gustaría recuperarlo (risas). En el futuro también podré recuperarlo, me dijo (se ríe de nuevo)”.
“Es un jugador que solo quiere rendimiento. A veces, en los entrenamientos, te preguntas si está ahí. Tiene algo que ver con el entrenamiento… Ojo, eso no significa que no se lastime, pero es un jugador de partido”.
“He conocido jugadores así…] También he visto morir a campeones de entrenamiento en los partidos. Prefiero lo contrario. Por lo demás, no hay nada que decir. Ha sido decisivo”.
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