En pasadas confrontaciones de la RWC, Francia encontró el modo de hacer jugar el “haka” de Nueva Zelanda a su favor. ¿Repetirán el sábado?
Los forwards de Francia se relamen anticipando la confrontación del sábado en cuartos de final con sus pares de Nueva Zelanda los vigentes campeones del mundo.
Los dirigidos por Philippe Saint-Andre llegarán al partido en el Millennium Stadium cargando todavía el freno que Irlanda impuso a su trayectoria en el Grupo D, al derrotarlos en el último partido por 24-9. Sin embargo un choque a todo o nada con los de Steve Hansen ya genera un torrente de adrenalina circulando en la concentración francesa.
Se trata de la misma adrenalina que los All Blacks ponen en movimiento en cualquier estadio desde el momento mismo que muestran en la cancha su tradicional “haka” al comienzo de cada partido.
“Esos momentos son únicos y tú los recuerdas por siempre. El haka es una fuente de motivación para ellos, pero también para sus oponentes”, reconoció el pilar francés Nicolas Mas, para quien la danza del sábado permitirá también a su equipo adoptar el correcto cuadro mental para escribir otro capítulo de esta rivalidad ya histórica.
En esta visión coincidió también su compañero de primera línea, el hooker Benjamin Kayser, al decir: “Mejor que nos concentremos en los 80 minutos que le siguen, pero lo cierto es que el haka es una invitación a unirnos en la contienda. Si queremos un gran martido, entonces tendremos que ser fuertes. Estoy seguro de que todos estamos dispuestos a luchar hasta el mismo final”.
De negro a tricolor
Antes de la final de la Copa Mundial de Rugby en Auckland de hace cuatro años, el capitán galo Thierry Dusautoir encabezó las lides que dieron una respuesta de acero al haka neozelandés. Fue en 2007 y en el mismo Cardiff, con un cerrado pero muy contundente 20-18 en los cuartos de final disputados en el mismísimo Millennium Stadium.
Si el negro es el color eternamente asociado con el haka desde que los neozelandeses adoptaron la danza para antes de cada partido, ese día los franceses sorprendieron al revelar camisetas de diferentes colores por debajo de la tradicional azul. Todo había sido preparado de antemano, y los jugadores galos fueron ocupando diferentes posiciones en la cancha según sus respectivos colores, hasta dejar formada la bandera azul, roja y blanca de su país.
Nadie sabe qué tipo de sorpresa visual tendrán preparada Les Bleus en el caso de una hipotética victoria. A decir de Nicolas Mas, los franceses no están dispuestos a ir a la cancha sólo por lo visual: “Tenemos que asegurarnos de no quedarnos solo mirando cómo juegan ellos. Cuando están en su mejor nivel son capaces de hacer cosas extraordinarias. Pero si logramos generarles dudas, entonces tendremos una buena oportunidad”.
Más allá del resultado de este sábado y hacia dónde se incline la balanza de la historia después del haka, lo cierto es que este choque por cuartos de final de la RWC 2015, no será un encuentro más ni para el público ni para los actores en el campo de juego, como lo reflejan las palabras de Mas.
“Va a ser un desafío tremendo. Hay muy pocos partidos de esta jerarquía en la carrera de un jugador y nosotros hemos estado trabajando muy duro para llegar a esta instancia. Cada partido puede ser el último, pero éste en especial, es mucho más”.
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