World Rugby confirmó que, en la reunión de Consejo que se llevará a cabo el 9 de mayo, considerará diferentes leyes que podrían ser renovadas, las cuales tienen como objetivo mejorar la continuidad del juego. Entre las mismas, aparece la “Ley Dupont” (10.7), denominada así por la prensa internacional, dado que el medio scrum francés la utilizó varias veces para beneficiarse en los espacios. Por lo tanto, la intención es evitar que transcurran situaciones de kicks de un lado al otro de la cancha, lo que se ha comparado con un ‘rugby-tenis’.
La regla, actualmente, está vigente en el rugby mundial a excepción del Super Rugby Pacific, que a partir de esta temporada la modificó para “mejorar el juego”. La misma indica que, los defensores que están por delante del pateador, se ponen en juego cuando un receptor pasa la pelota o corre cinco metros con ella. En cambio, en el certamen oceánico, dichos jugadores permanecerán offside hasta que otro jugador de su mismo equipo llegue a posicionarse por detrás del pateador o este la ponga en juego.
De esta manera, el Consejo de World Rugby debatirá en mayo para decidir si también se sumará a la modificación de esta ley. En caso de aceptarse, se pondrá mayor dificultar a la defensa mediante un kick largo, debido a que otro jugador podrá posicionarse adelante de los posibles tackleadores ante el pateador y sus inmediatos perseguidores.
En el Super Rugby Pacific, la innovación surgió después de las frustraciones en torno a las batallas territoriales entre las líneas de 22 metros donde los jugadores pateaban la pelota de un lado a otro hasta que se cometía un error o había una oportunidad de ganar terreno pateando.
Un claro ejemplo de la ley que está vigente en el rugby mundial se dio en el duelo entre Gloucester y Bath, en el cual, en un lapso de más de un minuto, Santiago Carreras y sus rivales llegaron a patear 12 veces de manera continua.
Semanas atrás, Nigel Owens se había pronunciado en relación a este tipo de juego: “Cualquiera que sea la solución, está claro que necesitamos algo para intentar reducir la cantidad de patadas de un lado a otro. Queremos estar orgullosos de nuestro juego y las situaciones extrañas a las que conduce esta situación pueden hacer que parezca que a veces estamos viendo tenis y no rugby”.
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