Con una franqueza resonante, el apertura neozelandés Lima Sopoaga se metió de lleno en la dicotomía “Europa-All Blacks” (los lucrativos contratos del viejo continente vs. el honor de vestir la camiseta Negra) y graficó: “Hoy en día el rugby es un negocio”.
“Jugar en los All Blacks es especial y las experiencias que vives son algo surreal, pero son cosas que en definitiva no pagan un techo para tu familia”, enmarcó Sopoaga, que desde esta temporada milita en Inglaterra.
“Para los que venimos de familias numersosas y de bajos recursos, tener la chance de cambiarles la vida es algo arrollador y que de ninguna manera te puedes tomar a la ligera”, siguió.
Para Sopoaga, el éxodo empezará a ser cada vez más común: “Las cosas están cambiando y los jugadores están madurando en ese sentido. Hay que darse cuenta que esto es un negocio y uno que por momentos puede ser desalmado”.
“El rugby no dura para siempre y los jóvenes son cada vez más concientes de ello. Creo que eso es bueno. A mí tener una hija me cambió todo: la manera de ver el rugby, la vida. Hay que entender que esto es pasajero y aprovecharlo al máximo”, cerró Sopoaga.
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