El mundial de rugby se vive con mucha pasión en el país galo. Una pasión que tiene diferentes puntos de encuentros geográficamente que con el correr de los días todos los aficionado del deporte de la ovalada fueron tomando como propio para sentirse parte de una verdadera fiesta como lo es la Rugby World Cup.
El mundial de rugby se vive con mucha pasión en el país galo. Una pasión que tiene diferentes puntos de encuentros geográficamente que con el correr de los días todos los aficionado del deporte de la ovalada fueron tomando como propio para sentirse parte de una verdadera fiesta como lo es la Rugby World Cup.
En París por ejemplo y a pocos metros de la Torre Eiffel, se encontraba la carpa número 1 para los fanáticos del rugby. Su ubicación en el mapa de la ciudad de las luces era en la parada del metro de nombre Trocadero. Con solamente abonar 1.50 euros el subte de dejaba a pocos metros de un punto estratégico más que importante para vivir de cerca la previa de un partido o si no pudiste conseguir el ticket ver todos los partidos en directo rodeado de mucha fiesta, cerveza y por sobre todo buena onda.
Argentina terminaba de ganarle 30 a 15 a Irlanda y con ese resultado el pasaporte a los cuartos de final ya eran una realidad como en 1999. Por segunda vez en la historia de la Copa del Mundo de Rugby nuestros Pumas seguían con vida en un mundial al termino de la primera fase. Era sin dudas un momento histórico y rápidamente hay que pensar en donde uno podía festejar. Y sí, el Trocadero era el lugar elegido.
Las camisetas verdes eran mayoría pero si uno se esforzaba un poco con la mirada, alcanzaba a ver alguna casaca celeste y blanca. Las cervezas eran la bebida con más rotación y todo era felicidad. Cuando de repente levanto la vista, identifico a uno de los jugadores de Los Pumas con más historia en nuestro seleccionado por su participación en el XV titular como así también por su paso tan joven como capitán. Lisandro Arbizu estaba ahí, tranquilo y educado como lo fue adentro de la cancha habló con CORDOBAXV sobre su pasado, presente y futuro como así también que opinión tiene del equipo que conduce actualmente Marcelo Loffreda.
– ¿Qué es de tu vida Lisandro?
– Hace dos años que estoy viviendo y jugando en Italia en Parma. Estoy feliz porque después de haber jugado tanto tiempo en Francia y contento porque ahora arregle con un club de Cerdeña para jugar mis próximos dos años. Es un club que viene creciendo y que me permite poder jugar un tiempo más y porque no empezar a pensar en tener alguna experiencia como entrenador y formador y muy contento por este presente.
– Como ex capitán de Los Pumas y siendo que formaste parte de este plantel. ¿Cómo ves a este grupo?
– Los veo muy bien y me pone muy contento porque me siento parte del equipo. Considero que es un momento bárbaro por la madurez que tiene este plantel y porque se termino con esto de ser la revelación. Los Pumas están dando pasos firmes en el mundial y esto le permite meterse de lleno en los cuartos de final.
– ¿Te sorprendió el resultado con Francia e Irlanda o crees que el equipo ya tiene chapa en el rugby mundial?
– El equipo tiene chapa y lo viene demostrando en los partidos internacionales. Un fiel reflejo de esto fue la excelente performance que tuvo frente a Francia en el partido inaugural. Quizás en los papeles haya otros seleccionados con más historia y estructura pero a los partidos hay que jugarlos. Creo que el plantel se merece este presente y es un muy buen equipo al cual lo veo en las semifinales.
– Con vos pasaron algunas cosas raras porque después de aquel partido ante Tucumán en el 2003 que te lesionaste y no pudiste estar en el mundial de Australia nunca más se habló de vos. ¿A que se debe?
– La verdad es que después de aquella lesión hubo un silencio de parte mía y de parte de los dirigentes también y cuando quise retomar me lesione de nuevo. Después me citaron para jugar con los Lions e Italia pero nuevamente hubo un silencio que cada uno lo interpreta como quiere de parte de los dirigentes.
– Pero con tu historia en Los Pumas y como capitán del equipo pienso que te merecías una respuesta.
– Creo que hay que preguntárselo a la dirigencia y aquellas personas que se dedican a informar a ver como lo sintieron ellos como para entender porque tomaron una decisión así.
– ¿De parte tuya te hubiera gustado una respuesta?
– A veces las cosas en la vida no siguen como uno quiere, pasan cosas y hay que aceptarlas pero como yo realmente había jugado todo y realmente estaba satisfecho de mi carrera y mis momentos lo tome como una filosofía de vida para empezar otro ciclo de vida.
– Que esto le pase a un jugador del interior uno lo puede entender pero que se lo hayan hecho a vos es como raro porque te merecías una respuesta de algo.
– Sí seguro o al menos una explicación, una comunicación, una conversación de persona a persona por lo que fui como jugador y por mi trayectoria pero bueno no fue así y en algún momento de la vida se dará alguna respuesta.
– ¿Sentís algún rencor por algo o todo lo contrario?
– Para nada porque justamente sentía que no tenía que pedir nada. Jugué todo, pase momentos increíbles en Los Pumas y me parecía que no tenía que pedir nada y no tenía que esforzar más de lo que era.
– ¿ A que crees que se debe este buen momento del equipo? ¿Es una cuestión deportiva, dirigencial, ambas cosas?
– Creo que desde el 99 se armó un grupo muy sólido y fue una excelente experiencia para el equipo. Siento que empezamos a ser hombres desde el mundial de Gales (1999) y que se fue potenciando con la cantidad de jugadores que se fueron al exterior. También se debe a la profesionalidad de Marcelo Loffreda y la unión de experiencia con juventud.
– ¿Te parece que el cuarto lugar que ocupamos en el ranking de la IRB nos hace ser una potencia o nada que ver?
– Lo que habla es la cancha. Cuando hablan de una potencia o un ranking es algo anecdótico, hoy el equipo en este mundial ganó todo en la cancha y es por eso que accedió a los cuartos de final de manera clara y contundente.
– ¿Cuál fue el equipo que más te gustó?
– Me gustan algunas cosas de Australia, Nueva Zelanda que tiene un potencial físico increíble pero la verdad es que me gusta Argentina.
Por Martín Quetglas desde Francia