El rugby de Buenos Aires vivió una gran fiesta de rugby el fin de semana próximo pasado. El SIC frente a Hindú, último campeón y Newman ante CUBA, disputarán las semifinales en la carrera al título en el Top 14. Hagan sus apuestas…
SIC-Hindú y Newman-CUBA. Uno de estos cuatro será el campeón de la URBA. Dos abonados de siempre a estas instancias que se van a eliminar entre sí y dos que llegan pletóricos de entusiasmo y que ven allí su oportunidad de, en el caso de los cubanos, cortar una sequía de 43 años sin ‘campeonar’ y para los bordó, de debutar cado.en estas lides.
Por supuesto, ninguno de los dos partidos tiene un candidato claro. Habitualmente, se diría que el partido entre los de Boulogne y los de Don Torcuato es una final anticipada, la final que se podría esperar ver y que seguramente muchos quisieran ver.
Después de haberle ganado al CASI, el equipo zanjero llega realmente aplomado y sólido. No se dice que vaya a jugar un rugby excelso, pero sí que su estirpe copera, que su entendimiento de los partidos y su poderío mental lo hacen durísimo rival.
Lo de Hindú, hoy descansado, feliz de estar en estas instancias, concentrado en su juego, buscando siempre subirle la vara a su rugby (por momentos excelso) tiene una mejoría que en otros años no tenía. La noción de haber aprendido a jugar este tipo de instancias, sin regalar absolutamente nada, convierten a este partido en uno imperdible.
Y sí, tanto como al otro. El choque entre Newman y CUBA prescinde de todo análisis y de cómo llegan. Acá, las ansias y las necesidades mandan y seguramente no se verá un partido tan ‘ajedrecístico’ como sí podrían llegar a brindar SIC e Hindú.
Acá, Bordós y Cubanos van por todo porque no hay lugar a especulaciones ni puesta en funcionamiento de aspectos que desconocen para regular los partidos. Ambos equipos irán con la suya y buscarán imponer sus condiciones de movida. Ganarán o perderán pero desplegando su juego, el que los trajo hasta acá.
Los de Benavídez traen una racha importante de triunfos bajo el brazo y sin dudas, la victoria durísima ante Belgrano sirvió anímicamente, pero CUBA va por todo, porque confía ciegamente en sus atributos y porque con sus delanteros puede dañar al motor del equipo bordó.
Grandes semifinales, excelentes partidos y desde ya, más allá de estas semis, hay promesas de final con mucho rugby y del bueno.
Por: Eugenio Astesiano
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