Ariel Kraus dio la cara: “No se puede reaccionar así. Estoy de acuerdo con la sanción que tomen”.
La entrevista es telefónica. No hay imágenes pero su voz lo muestra. Las palabras salen desordenadas, brotan de los nervios. Ariel Kraus quebrantó el sábado uno de los mandamientos del rugby: le pegó a un árbitro.
El hecho ocurrió en cancha de Los Pinos, donde Virreyes se imponía 24-6 de visitante por el Grupo IV (última división de la Unión de Buenos AIres), cuando el referí Diego Achával le sacó la roja al back local, lo cual fue respondido con una trompada al pómulo. Abogado de 49 años, Achával presentará hoy su informe. Kraus, de 37, habló ayer con Olé .
Una sola pregunta, un simple “¿qué pasó?” desata el monólogo: “Cuando salí del club es como que caí. La vergüenza que siento, te juro, es tremenda. Todo lo que me enseñó el rugby lo perdí en dos segundos, no sé cómo explicarlo, me desbordó. Me dio vergüenza también por el club, por todo, ¿entendés? Obviamente estoy arrepentido, lo que yo hice es terrible. Lo que yo hice es una vergüenza. No se tiene que reaccionar nunca así, nunca. Fue un segundo…
-¿Por qué lo hiciste?
-Antes le pegaron a un amigo en el piso, y me salió decirle al árbitro: “¡No lo ves que le están pegando en el piso!”. Y se me escapa un “boludo”. Ahí pensé que me echaba, y el árbitro medio que se me viene encima. Y le dije “bueno, está bien, te están viendo desde afuera”. Y ahí me pechea… ¿Cómo explicarte? Fueron segundos, se fue todo al tacho, me quería morir. Lo que pasa también es que se me vino encima; y no le estoy echando la culpa, eh, pero me puse nervioso. Ahora estoy muy nervioso… Pero, qué sé yo, me pechea y me nublé…
-¿Después lo viste?
-No, nada. Pedí el teléfono para llamarlo y disculparme, es lo mínimo que tengo que hacer. Yo fui al vestuario a buscar el bolso, me estoy yendo al auto y veo que se levantó. Pero yo estaba como los caballos con las anteojeras, miraba al piso de la vergüenza. Cuando llegué a la casa de mis viejos les conté y no lo podían creer. Te juro que estoy superado con la situación. No dormí, no dormí. No se puede reaccionar como reaccioné yo.
-El presidente de Los Pinos, Gustavo Cerdá, dijo que sorprendió por tu habitual buena conducta.
-En mi vida me agarré a piñas, tengo 20 años jugando en Primera, y ni en Juveniles me echaron, nunca me porté mal, nunca le pegué a nadie. Si soy una mierda que siempre me agarro a piñas, no puedo decir nada. Pero nunca me pasó.
-Al menos te arrepentís.
-Yo no sé si vale para los demás, para mí, sí. Estoy muy arrepentido, no me da la cara. A la noche mandé un mail al club, disculpándome. Estoy de acuerdo con la sanción que tomen, no puedo decir nada. Digan lo que digan está bien, me la tengo que bancar.
-Estas sanciones son ejemplificadoras.
-Nunca más voy a pisar una cancha de rugby, es lógico. Este año venía bien… Ya está.
Por Sergio Stuart (Diario Olé.com.ar)
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