El festejo argentino duró hasta altas horas de la madrugada en los distintos puntos de París. Fueron los hinchas que se habían cruzado en un abrazo con los jugadores cuando ya habían pasado más de 20 minutos del final del partido.
PARÍS, 8 de septiembre – El festejo argentino duró hasta altas horas de la madrugada en los distintos puntos de París. Fueron los hinchas que se habían cruzado en un abrazo con los jugadores cuando ya habían pasado más de 20 minutos del final del partido. Del final de la primera sorpresa de la IRB Copa del Mundo de Rugby. Del final del Argentina 17-12 Francia. Histórico.
Durante la noche, y con una cerveza o una copa de vino en la mano, los seguidores seguían recordando las patadas de Felipe Contepomi que abrieron el camino a la victoria. Aún pensaban en la intercepción de Horacio Agulla, que terminó en try de Ignacio Corleto. No se olvidaban los hinchas de la férrea defensa que evitó que Francia, gran potencia mundial, llegara al try, aún cuando quedó a centímetros de sumar de a cinco.
Argentina se volvió a meter entre los grandes del rugby mundial. Y también se festejó dentro del grupo. En el hotel, tras una cena con familiares y algunos amigos, hubo tiempo para relajarse y disfrutar del logro apenas conseguido. Pero los mismos jugadores fueron cautos. "Todavía no ganamos nada. Sólo fue el primer partido de la ronda inicial", decía anoche el capitán Agustín Pichot.
Lo cierto es que la moral de todos los argentinos es diferente. Saben que no es imposible vencer a Irlanda, el 30 de septiembre en París (luego de hacerlo con Georgia, el 11, y Namibia, el 22) y quedar primeros del grupo. De conseguir ampliar sus victorias a cuatro, la lógica indica que Argentina evitaría a Nueva Zelanda en cuartos de final y debería dirimir su pase a semifinales ante Escocia o Italia, dos rivales a los que Los Pumas pueden vencer.
Los jugadores lo saben. Y también los casi 1.000 hinchas que se quedaron en el Stade de France. Mientras tanto, los franceses debieron volver a casa con sólo el consuelo de haber conseguido un punto bonus que puede ser vital en caso de un triple empate de victorias entre Argentina, Irlanda y los locales.