Los All Blacks en su vuelta a su país siguen haciendo cosas extraordinarias. Desde obtener la Copa del Mundo por segunda vez consecutiva y tercera en su historia, hasta el regalo de Sonny Bill Williams al pequeño que inocentemente se lanzó a pleno Twickenham en busca de un abrazo con sus ídolos y termino recibiendo la medalla del centro neozelandés. Todo eso y mucho más marcan la humildad de un equipo y plantel que merece respeto y adulación a todo momento.
Ayer, 4 de noviembre cumplía años el fallecido ex jugador y capitán de Nueva Zelanda Jerry Collins. Su accidente automovilístico el 5 de junio de este año conmociono al mundo del rugby debido a su trayectoria vistiendo la camiseta de los All Blacks.
Apreciado y admirado por sus conocidos y los extraños que no sabían mucho de él, siempre demostró su calidad y respeto hacía el rival de turno que le tocara enfrentar.
Luego de los festejos tras la reciente consagración, Jerome Kaino, Sonny Bill Williams, Dan Carter, Ma’ a Nonu y Liam Messam visitaron la tumba de Collins en el día que cumpliría sus 35 años y con un buen gesto a un gran jugador llevaron la Copa Webb Ellis en forma de homenaje a su referente fallecido. Por estas actitudes, demostraron una vez más que son los mejores tanto adentro como afuera de la cancha.
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