En la Docta, el Verdinegro, defensor del título, superó al campeón cordobés, Córdoba Athletic, por 25 a 17, mientras que en Rosario, Santa Fe Rugby batalló y se llevó un merecido triunfo ante Jockey Club por 28 a 26. Ahora los litoraleños enfrentarán en semifinales a Cardenales (Tucumán) y La Tablada (Córdoba), respectivamente.
Duendes fue más sólido en todas sus líneas y se quedó con un triunfo incuestionable, sacando claras ventajas en los primeros cuarenta minutos, las cuales serían decisivas a la hora de hacer un balance de los ochenta minutos. Fue ahí cuando se mostró como un equipo compacto con un sistema de juego de mucha dinámica en el cual se destacaron los quince que ingresaron a la cancha. La premisa número uno fue clara: pelota siempre a los dos pensantes de este equipo, Pedro y Mateo Escalante. Esta pareja de medios fue la encargada en mover todos los hilos del equipo, tanto a los sistemas defensivos como ofensivos.
La poca presión en la primera línea de tackle del conjunto local fue tan débil que era sorprendente con la soltura que se movían los rosarinos cada vez que hacían un movimiento colectivo. Situación que tuvieron a Pedro Escalante y Tomás Carrió como protagonistas a la hora de llegar al ingoal rival.
¿Athletic? Una vez más como ya es costumbre en este campeonato se vio muy desconcentrado en las formaciones fijas como la del line, mientras que el scrum fue parejo. Pero esto no fue lo único mal que hizo el equipo de Martín y Marcelo Fis-sore y Juan Scarpatti. Nunca supo leer la cobertura defensiva de los tres del fondo de camiseta verdinegra y el juego táctico que quisieron implementar nunca prosperó.
En tanto, en Fisherton, Santa Fe Rugby jugó como si fuera una final, tenía que ganar y después esperar que Duendes triunfara en tierras mediterráneas. Por tal motivo en el comienzo del encuentro no dudó y rápidamente se puso en ventaja gracias a la tarea de sometimiento que hacia su pack de forwards. Los rosarinos no hacían pie en el partido, aunque se las ingeniaron para marcar puntos vitales antes del descanso.
En el complemento, el Verdi-blanco se puso al frente del marcador, siempre a través de sus backs que eran la clave por donde podían lastimar a su rival. Entre las infinitas infracciones que ambos equipos cometieron (un total de 45 penales) el subcampeón del Litoral sacó provecho y a diferencia de su rival de turno, tomó decisiones acertadas y fue paciente a la hora de atacar. Y así logró uno de los triunfos más importantes de la historia del club. Por primera vez jugará una instancia decisiva de un torneo organizado por la UAR y además se ganó uno de los boletos para jugar los cuartos de final del Nacional de Clubes, certamen donde Duendes también es el defensor del título.
Por: Lisandro Olearo
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