¿Por qué lo que pintaba para ser dos verdaderas batallas terminaron siendo más un trámite que otra cosa? ¿Por qué los que parecían ser los rivales más difíciles terminaron siendo los más fáciles?
¿Por qué lo que pintaba para ser dos verdaderas batallas terminaron siendo más un trámite que otra cosa? ¿Por qué los que parecían ser los rivales más difíciles terminaron siendo los más fáciles?
Las preguntas que sonaron durante todo el fin de semana aún buscan respuestas razonables y todo indica que la experiencia en este tipo de instancia fue la clave para que Los Tordos y Mendoza se clasificaran para disputar una nueva final en el Regional del Oeste.
Es que las contundentes victorias de los Pájaros sobre Teqüe, y de los Conejos sobre Liceo, no estaba en los planes ni siquiera de los hinchas más optimistas. Pero, según se ve, a la hora de los bifes aparecieron los equipos en su real dimensión.
Cuando a mediados de la semana pasada el rugby mendocino se convulsionó con el cambio en las semifinales (Teqüe pasó de jugar con Mendoza a enfrentar a Los Tordos, y Liceo, de jugar con Los Tordos a encontrarse con el Mendoza), todo indicaba que la paridad reinante se acentuaba aún más. Pero el pronóstico falló, y como nunca.
Es que en los papeles, Teqüe le iba a hacer más fuerza a Los Tordos y lo mismo iba a ocurrir con Liceo ante Mendoza. Claro que nadie ponía en la balanza la instancia que se jugaba sino que esa teórica paridad tenía que ver con la historia reciente entre los cuatro protagonistas.
Evidentemente para jugar una final en el Regional del Oeste, no alcanza con una buena campaña a lo largo del año. En las instancias decisivas hay otras cosas en juego, y esta vez la experiencia que tanto Los Tordos como el Mendoza tienen en materia de definición de campeonatos prevaleció por sobre todo lo demás.
Los dos equipos, que el año pasado también fueron los finalistas, aplastaron a su respectivos rivales con una autoridad indiscutida.
Manejaron la situación y el partido, casi como si tuvieran un manual de cómo hacerlo.
Así, sin posibilidad de revancha, ambos anotaron los famosos cuatro tries en cada una de su contiendas y pasaron directamente a la final, algo que nunca en la historia del Regional había ocurrido en las llaves semifinales.
Habrá dos semanas espeluznantes. Tordos y Mendoza, cada uno en sus bunkers, trazarán una estrategia para llevarse el título. Los Pájaros con la idea de mantener una hegemonía, que de por sí, ya es admirable; y los Conejos, todavía con la sangre en el ojo por aquella final del año pasado, sin Méndez, y en un partido que parecía ganado.
Lo mejor está por llegar, con dos viejos conocidos y un partido de película. Una película de final abierto.
Resultados
Semifiales del 1° al 4°
Teqüe 6 – Los Tordos 39 (0-5)
Mendoza 33 – Liceo 20
Mendoza juega la final con Los Tordos el 29 de agosto.
del 5° al 8°
Marista 64 – UNSJ 8 (5-0)
Peumayèn 31 – Neuquèn 20 (5 a 0).
Peumayèn juega por el quinto puesto.
del 9° al 13°
Universitario 21 – San Juan 27 (1 a 4).
Se juega la revancha el domingo que viene.
Banco: Libre
Campeonato argentino
Jugando con un intenso frío en La Carrodilla, el preseleccionado mendocino de menores de 20 años superó a su similar de M-18 por un contundente 43 a 10, en las instalaciones de Liceo.
Los juveniles dirigidos por Pontis tuvieron una pareja producción a lo largo de los tres tiempos de 30 que acordaron los entrenadores de ambos elencos.
Con la intención de ver jugadores para ir depurando las listas de ambos equipos, con vistas al Campeonato Argentino de las categorías que se disputarán en Córdoba, durante el mes de octubre, el amistoso fue una evaluación importante, sobre todo para los más chicos, que tuvieron una dura medida, dada las diferencias de edad, y por consiguiente, de envergadura.
Lo cierto es que a pesar de las distancias, los M-18 lucieron una gran defensa y buena actitud ofensiva cada vez que capturaron alguna pelota, especialmente en los contragolpes, con una destacada participación de jugadores como Pérez, Boulen, Farro y Terrera.
Del otro lado, los M-20, hicieron dos tries en el primer período, tres en el segundo y dos más en el último, en una pareja producción.
El equipo funcionó mejor con el correr de los minutos pero tuvo mucho trabajo para quebrar la férrea defensa de los más chicos, dirigidos por Treglia y Fariello.
En los M-20 (que tuvieron algunas ausencias) se destacó el Beluga Fainstein, Biffi, Serer y Barros.
Fuente: Diario Los Andes (Mendoza) – Juan Cruz Carrizo