El ala Pablo Matera, el pilar Matías Díaz y el segunda línea Tomás Lavanini comienzan a ganar terreno en el seleccionado mayor argentino. Estos tres jugadores que vienen de jugar el mundial con Los Pumitas, ya hicieron su aparición con Los Pumas el sábado pasado en La Plata frente a NSW.
Santiago Phelan ha sido, a lo largo de su tiempo como mandamás del seleccionado argentino, reticente a elegir jugadores jóvenes en el principal equipo nacional. No han sido muchos, ni fáciles de recordar, aquellos que llegaron de manera rápida a Los Pumas antes de la mayoría de edad.
Para jugar en el seleccionado, bueno y adulto ha sido siempre mejor que bueno y joven; al menos de 2008 a esta parte. Mirando hacia atrás, Loffreda le abrió las puertas de Los Pumas a Pato Albacete o Juani Hernández con 21 años y la misma edad tenían Felipe y Manuel Contepomi, Nani Corleto, Martín Durand y el Turco Allub bajo la conducción de José Luis Im-hoff.
Habría que remontarse a Luis Gradín quien llamó en 1990 a chicos que ese año habían ganado el Mundial Juvenil M19. Fueron luego grandes Pumas y entre esos nombres como olvidarse a Lisandro Arbizu, Fede Méndez o Pedro Sporleder, o Pato Noriega que tuvo su debut un año más tarde.
Australia, por citar uno de los futuros rivales Pumas en el Rugby Championship, mantiene una teoría: si es bueno, no importa la edad. Por caso, entonces, se puede citar el de James O’Connor. Debutó en el Súper Rugby a los 17 años y meses después jugó el primero de cuarenta test-matches con los Wallabies. Nacido en julio de 1990 tiene 23 años recién cumplidos.
Entonces, es un cambio casi de estrategia de selección el que Tati apostará por el pilar mendocino Matías Díaz y el ala porteño Pablo Matera para el plantel Puma. Ambos jugaron su primer partido en el seleccionado en el amistoso del sábado frente a New South Wales Barbarians. También jugó un rato el segunda línea Tomás Lavanini. Los tres, junto a Santiago Cordero, se retiraron del Menores de 20 años después de dos años, exitosos desde lo individual y grupal, en los Mundiales juveniles. Y en Toulon, casi un World XV, está Facundo Isa aprendiendo esto de jugar con los mejores.
Lavanini entrenó muy poco con el equipo que se prepara para el gran compromiso anual porque estuvo en Hamilton, con los Chiefs, siendo testeado con miras a la próxima temporada. Todo indica que será un jefe a partir de 2014, sobre todo tras la partida a Irlanda de su capitán y segunda línea Craig Clarke después de levantar por segundo año consecutivo el trofeo a mejor equipo del Hemisferio Sur.
Regresó a tiempo para ayudar a Los Pumas cuando el icónico Pato Albacete se lesionó -todavía no está claro si estará recuperado para viajar a Sudáfrica este domingo- y también debutó con Matera y Díaz.
Quien sí había entrenado con el seleccionado en su búnker en Marinas Golf es el futuro Puma Patricio Fernández. El rosarino, parado al lado de Juan Martín Hernández, tiene el mismo porte, la misma clase, la misma impronta. Claro, le faltan los 11 años de experiencia Puma de Juani. Le queda aún un año en los M20, pero se sabe que si todo va por los carriles naturales, habrá otro joven debutando en breve. Sus primeros caps, junto a los otros tres arriba mencionados, fueron en mayo, en el Sudamericano en Montevideo.
El año pasado conocí a Mate-ra. Venía con fama de díscolo, pero su humildad y timidez fueron parte de ese encuentro. Me sorprendieron un par de cosas que me dijo, como que debutar en la primera de Alumni era un problema: Es que los sábados juego al fútbol en un campeonato con amigos. También me comentó: No me gusta ver rugby; me gusta jugarlo. Y la verdad que no conozco a muchos de los que juegan en Los Pumas. Pasó un año, dejó el fútbol, se despidió de su pasión por el ski y ya conoce a todos los que juegan con él en el seleccionado.
Su primer toque del balón en la noche platense del sábado fue un dos-a-uno que terminó en el try de Agulla. Corrió, tackleó, se mostró activo. No llegó al tackle en el segundo try de la visita, pero tuvo un buen desempeño en los 40 minutos que jugó. Tanto que no sería una locura verlo jugando en el test contra los Springboks en 10 días. Seguramente habrá aprendido que el buen jugador de rugby es aquel que sobrevive un partido sin amarillas. Si esa lección la tiene bien adentro, el futuro es suyo.
El pilar Díaz tiene en el rugby un camino importante para él y su familia. El profesionalismo podrá ayudarlo a mejorar su estándar de vida y el de su madre y le abrirá puertas al estudio y a un futuro mejor. Fanático del rugby, más allá de los pocos años que tiene en el juego, tuvo también un buen debut en los casi 30 minutos que jugó. Demostró solidez en el scrum – formación que tendrá un renovado valor a partir de este torneo- y se lo vio activo en el juego abierto. Pareció perdido en ciertos momentos, algo lógico en un rugby de altísima intensidad.
Lavanini jugó un cuarto de hora y confirmó eso lo que de él decían: Es un animal. Entró en un par de rucks a desplazar y vaya si lo hizo. Poco pero eficiente fue su contribución, demostrando que no le pesó jugar en momentos en que lo que importaba era ganar el partido.
No fue extremadamente reconfortante el desempeño argentino, pero si comparamos donde estaban hace un año en el amistoso con Stade Francais y ahora, se nota una mejora; habrá que ver cómo se acomoda todo para los seis test-matches del Rugby Championship. Pero si se mira más allá de octubre, el debut de estos tres jóvenes, más lo que están esperando su lugar y su momento, permite el optimismo.
Por: Frankie Deges
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