La velocidad sigue siendo uno de los atributos más determinantes en el rugby moderno y, aunque el deporte reúne jugadores de todo tipo de contexturas, hay backs que marcan la diferencia gracias a su capacidad para romper defensas a máxima aceleración. En ese selecto grupo, Christian Wade volvió a posicionarse como el jugador de rugby más rápido del mundo, superando registros de figuras como Louis Rees-Zammit y Adam Radwan.
El exintegrante de los British & Irish Lions, hoy en Newcastle Red Bulls, alcanzó una impresionante marca de 40,4 km/h, suficiente para recuperar el primer lugar tras su regreso desde el rugby league. De esta manera, Wade desbancó a Radwan, quien ahora ocupa el segundo puesto con 39,1 km/h, consolidándose igualmente como uno de los wings más temidos de la Premiership inglesa con Leicester Tigers.
En el tercer escalón aparece Louis Rees-Zammit, internacional galés que supo probar suerte en la NFL y que, pese a haber incrementado su masa corporal, sigue registrando velocidades de elite. Con los Bristol Bears, el back alcanzó 37,75 km/h, aunque en 2023 había llegado a los 39,1 km/h, cifra que lo mantiene entre los más veloces del planeta.
La lista también incluye nombres menos habituales. Kieran Marmion, medio scrum irlandés y compañero de Rees-Zammit en Bristol, sorprendió con un registro de 38,4 km/h, notable para un jugador de su posición y edad (33 años). El mismo tiempo marcó Rieko Ioane, figura de los All Blacks y Leinster, uno de los backs más completos del rugby internacional.
Fuera del top cinco, pero mereciendo mención especial, aparece Henry Arundell, joven inglés de Bath, cronometrado en 38 km/h y considerado por muchos como uno de los jugadores más rápidos del circuito actual.
Top 5 de los jugadores de rugby más rápidos
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Christian Wade – 40,4 km/h (Newcastle Red Bulls / Inglaterra)
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Adam Radwan – 39,1 km/h (Leicester Tigers / Inglaterra)
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Louis Rees-Zammit – 37,75 km/h (Bristol Bears / Gales)
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Kieran Marmion – 38,4 km/h (Bristol Bears / Irlanda)
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Rieko Ioane – 38,4 km/h (Leinster / Nueva Zelanda)
Más allá del presente, el récord absoluto sigue en manos de Carlin Isles, exjugador estadounidense de rugby seven, considerado el jugador de rugby más rápido de todos los tiempos, con una marca histórica de 41,2 km/h.









