Nada fue fácil en el periplo “naranja” por tierras uruguayas. Ni siquiera cruzar el charco, porque un problema en Aeroparque hizo que los planes cambiaran y el seleccionado tucumano llegó apenas siete horas antes del duelo con Los Teros. Pese a todos los contratiempos, el equipo se hizo fuerte y conquistó un importante triunfo sobre Uruguay por 24 a 15.
A los tucumanos le costó acomodarse en el campo, pero con el correr de los minutos se hicieron dominadores del juego y llevaron peligro al in-goal uruguayo. Les faltó tranquilidad y precisión en los últimos metros para traducir en puntos el dominio que ejercían en el juego. Además, Santiago Chavanne no estuvo efectivo en sus envíos a los palos, aunque mucho tuvo que ver el fuerte viento que cruzaba la cancha de Old Christian’s.
El complemento empezó movidito, pero no en el marcador sino en el juego. Se produjeron varios altercados entre los jugadores y terminaron con la expulsión de Giuria y de Centurión. Tucumán asimiló mejor el golpe y con un try de Juan Ávila (el segundo de su cuenta personal) pudo alargar la brecha en el marcador. El primera línea coronó una muy buena jugada colectiva, en la que se manejó bien la pelota y en la que apareció la dinámica que tanto predican los entrenadores.
Sobre el final, Uruguay -con más ganas que ideas- atacó procurando dar vuelta el marcador, pero los “naranjas” sacaron a relucir su amor propio para defender el ingoal. Un penal de Rodríguez Muedra, a los 42′, alejó cualquier fantasma.
Por Manuel Cardozo
Redacción LA GACETA.
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