Los Pumas fueron dominados por Gales, pero no se dieron por vencidos. Hicieron dos tries en sus únicos dos ataques punzantes para mantenerse en juego, aunque no les alcanzó: fue derrota 24-20 en Cardiff.
La previa pagó la entrada para quienes dejaron sus libras en boleterías. Este fin de semana en el Reino Unido coincidió con el Día del Recuerdo (11 de noviembre), en el que se homenajea a los caídos de la Primera Guerra Mundial. Hubo soldados, música, una orquesta en el campo del Principality Stadium y rojo, mucho rojo galés copando todas las tribunas contra un puñadito de argentinos bancando la parada.
Los equipos entraron envueltos en lenguas de fuego que salían desde la tribuna oeste de un estadio que se terminó de construir en el 99 para el Mundial. Era una fiesta regada con cerveza de todos colores: negra, rubia, roja. Y algún vinito blanco también se tomaba en las gradas. Se venía lo mejor: el partido.
Pero, no. El primer tiempo desilusionó. De entrada se planteó un juego de defensas, justo entre dos equipos que hacen del juego con las manos su arma principal. Aunque, si no se puede por abajo, vamos por arriba. Así, las patadas fueron factor común, con los locales adaptándose mejor a la situación. Así fueron consiguiendo la pelota y atacando. Los bravos tackles nacionales los contuvieron, pero de tanto ir… llegaron los penales. Gales, criticado por sus cinco derrotas al hilo, quiso ganar de prepo. En lugar de patear a los palos, busco el try con el line-maul. No pudo. Ni siquiera en la última jugada, con tres penales a favor que cambió por scrum y generó la amarilla a Herrera. Fueron 11-4 en penales, mucho para 40′. Entró Pieretto por Ortega Desio y Argentina ganó el fijo siguiente. Penal a favor y chau PT. Barato 6-3 para el local.
“Ahora levantamos en el segundo tiempo”, le juraba a Olé un argentino que salía corriendo al baño a descargar la cerveza ingerida. Nada que ver. Con uno menos (recordar la amarilla a Herrera), Los Pumas volvieron a tener problemas para progresar en el campo. Hernández pateaba a cargar pero siempre las ganaban los galeses. Así, el primer try no tardó en llegar. Una buena entrada de Biggar desparró a la defensa, lo cual aprovechó Liam Williams para entrar con potencia por la izquierda y apoyar pese a que se le tiró medio equipo argentino encima. El videoref corroboró la conquista y 11-3 a los 2′.
Después de una gresca en la que el gigante Alun Wyn Jones revoleó a Sánchez (le lleva dos cabezas), la Selección recuperó la pelota y atacó. Tras un nuevo penal, Landajo se mandó una de las suyas: de vivo jugó rápido entre las camisetas rojas y le puso un hermoso kick a Hernández, que con esfuerzo apoyó bajo los palos. Inesperado 10-11. Sonó Roar, la canción de Katy Perry que habla del “ojo del tigre”. No había ninguna con alusión a un puma.
¿Se venía una reacción? No de inmediato. Porque esa gallina que se había robado Landajo no puso los huevos de oro. Gales siguió manteniendo la pelota y el territorio. Y tras un kick que pateó ¡el pilar! Gethin Jenkins (35 años y 128 tests, récord para su país), Cordero no pudo resolver si esperar a que se fuera o salir jugando él; la cuestión es que pisó la línea y fue line a 5 metros del ingoal. Line-maul y a cobrar con Gareth Davis, el medio scrum que jugó su primer partido de titular, por el lesionado Rhys Webb.
Lo bueno para Los Pumas es que Gales no lograba dar el golpe de KO. Y lo malo para Gales era la increíble eficacia de Los Pumas, y que Landajo estaba en cancha. Ortega Desio consiguió ganar unos metros desde campo propio (por fin alguien…) y se armó una buena jugada. Al final, de tanto empujar sobre el ingoal, y nuevamente de vivo, Landajo amagó el pase y fue try (otro con videoref). Dos ataques, dos conquistas. Otra vez a uno: 17-18 a los 64′.
A la jugada siguiente, Gales dispuso de un penal y no fue al line; buscó los tres puntos de Halfpenny. Argentina, ya sin Landajo (entró Cubelli), encontró otro líder para llevar la bandera: Sánchez. Ya la defensa galesa no se presentaba tan granítica, por lo cual el apertura pudo filtrarse y generó la jugada que le posibilitó meter tres más: 20-21. Pero Gales contestó con un arma que lastimó bastante, el maul. Halfpenny volvió a embocar (sumó 14, erró una sola, igual que Sánchez, quien hizo 10) y dejó el partido 24-20. Un ataque posterior de Argentina no cambió las cosas porque la pelota no salió de la formación. Gales ganó el scrum posterior (también dominó el fijo) y se lo llevó.
Habrá paz y alegría esta noche en las calles de Cardiff. Y mucha cerveza, claro…
Por Sergio Stuart (Diario Olé)
Síntesis:
Gales: 15 Leigh Halfpenny, 14 George North, 13 Jonathan Davies, 12 Scott Williams, 11 Liam Williams, 10 Dan Biggar, 9 Gareth Davies, 8 Ross Moriarty, 7 Justin Tipuric, 6 Sam Warburton, 5 Alun Wyn Jones, 4 Luke Charteris, 3 Tomas Francis, 2 Ken Owens, 1 Gethin Jenkins (c).
Ingresaron: Scott Baldwin y Nicky Smith.
Suplentes: 18 Samson Lee, 19 Cory Hill, 20 James King, 21 Lloyd Williams, 22 Gareth Anscombe y 23 Jamie Roberts.
Head coach: Rob Howley.
Tries: Liam Williams, G. Davies.
Con: Halfpenny.
Penales: Halfpenny (4).
Argentina: 15 Joaquín Tuculet, 14 Matías Moroni, 13 Matías Orlando, 12 Juan Martín Hernández, 11 Santiago Cordero, 10 Nicolás Sánchez, 9 Martín Landajo, 8 Facundo Isa, 7 Javier Ortega Desio, 6 Pablo Matera, 5 Matías Alemanno, 4 Guido Petti, 3 Ramiro Herrera, 2 Agustín Creevy (c), 1 Lucas Noguera.
Ingresaron: Jerónimo de la Fuente, Enrique Pieretto, Santiago García Botta, Tomás Lezana, Leonardo Senatore, Tomás Cubelli, Julián Montoya y Santiago Gonzalez Iglesias.
Head coach: Daniel Hourcade.
Tries: Hernández, Landajo.
Con: Sánchez (2).
Penales: Sánchez (2).
Amonestado: Herrera.
Estadio: Milleniumm, Cardiff.
Referee: Angus Gardner.
El capitán del equipo, Julián Montoya, se mostró autocrítico sobre algunas cuestiones del encuentro, pero a la vez rescató los aspectos positivos de Los Pumas, tanto en el...
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