Los Pumas sorprendieron una vez más al mundo del rugby, al derrotar anoche a Francia por 17 a 12 en el Stade de France en la apertura de la IRB Copa Mundial de Rugby 2007.
PARÍS, 8 de septiembre – Los Pumas sorprendieron una vez más al mundo del rugby, al derrotar anoche a Francia por 17 a 12 en el Stade de France en la apertura de la IRB Copa Mundial de Rugby 2007.
Los antecedentes inmediatos favorecían a los argentinos que habían ganado cuatro de los últimos cinco partidos. Fieles a esta historia, los sudamericanos dejaron mudos a casi 80.000 franceses que se fueron decepcionados por la caída de su equipo.
Los Pumas comenzaron mejor haciendo un planteo inesperado para los locales, que esperaban un juego mas cerrado y con la pelota oculta entre los forwards. Los primeros intentos de anotar puntos fueron dos drops fallidos de Juan Martín Hernández, pero fue Felipe Contepomi el que abrió el marcador tras un penal logrado a los cinco minutos.
Dominio argentino
Pese a la rápida reacción francesa que empató dos minutos mas tarde, Argentina dominó en una primera etapa que tuvo muchos errores de manejo, sobre todo de parte de los locales.
Los Pumas estuvieron muy atentos en todo momento y, gracias a esa concentración, llegó el único try del partido. El wing Horacio Agulla (único amateur en los treinta jugadores titulares) interceptó una pelota que terminó en las manos de Ignacio Corleto, quien corrió 30 metros para comenzar a sorprender a los anfitriones.
En la primera mitad los nervios del equipo galo atentaron una y otra vez sobre cada intento de jugar la pelota. Sólo dos penales de David Skrela le permitieron acortar la diferencia, pero Los Pumas se fueron al descanso liderando merecidamente por 17 a 9.
El momento de Francia
El arranque de la segunda etapa mostró a un equipo local decidido a dar vuelta el marcador. Con la fuerza de su pack y el aliento de todo un estadio, el equipo local encerró a los argentinos contra su ingoal pero se quedó con los manos vacías. La buena defensa sudamericana logró mantener invicto su ingoal en base a muchos tackles. El tiempo comenzó a agotarse y el nerviosismo se apoderó de los galos.
No alcanzó con el ídolo
A 20 minutos del final, el estadio comenzó a temblar cuando las cámaras enfocaron a Sébastien Chabal. Este fue el último recurso al que recurrió el entrenador Bernard Laporte para darle fuerzas a un equipo que ya no encontraba respuestas.
Pero la actitud y la fuerza del octavo no fueron mas que las ganas de tacklear y el corazón que pusieron los argentinos.
La última oportunidad de Francia de acercarse en el marcador y mantener las esperanzas de dar vuelta la historia se dilucidaron cuando Frédéric Michalak erró un penal desde una posición fácil. Si bien la diferencia no era amplia, la moral del equipo terminó por derrumbarse.
Pudo ser más
En la recta final del partido Los Pumas tuvieron tres oportunidades para terminar de definir el partido, pero ninguna llegó a buen puerto. Primero fue un fallido intento de drop de Felipe Contepomi y luego dos penales errados por el mellizo en los cuatro minutos finales.
Tras el último intento a los palos no quedó tiempo para más. Los jugadores argentinos levantaron sus brazos en el campo del juego y en las tribunas se desató el festejo de hinchas argentinos mezclados entre los decepcionados franceses.
Una vez finalizado el encuentro, las pantallas del estadio también mostraron las dos caras del partido. Primero a Loffreda festejando con sus colaboradores y luego la rápida caminata de Laporte hacia el túnel, derrotado una vez más por su colega argentino.
En el horizonte
Los argentinos no tendrán mucho tiempo para festejar ya que hoy partirán hacia Lyon, ciudad en la que enfrentarán a Georgia, el próximo martes 11 de septiembre, en lo que marcará el debut del equipo europeo en el torneo.
Por el lado de los locales, tendrán mayor tiempo de recuperación y trabajo para dar vuelta la historia. El próximo capítulo para los franceses será en Toulouse donde el 19 de septiembre se medirán con Namibia.
Segunda derrota de un local
Por segunda vez en la historia de la RWC, el equipo anfitrión cayó en el debut mundialista. La anterior ocasión había sido en 1991 cuando Inglaterra perdió frente a Nueva Zelanda por 18 a 12.