El nuevo entrenador de los Springboks, Jacques Nienaber, puso en dudas la participación del seleccionado campeón del Mundo en el próximo Rugby Championship por el contexto que está viviendo el país por la pandemia y la falta de preparación.
Nienaber, quien reemplazó a Rassie Erasmus después del triunfo del año pasado en Japón, teme que sus jugadores no estén físicamente listos para el evento de cuatro naciones que se jugará provisionalmente en Nueva Zelanda del 7 de noviembre al 12 de diciembre.
World Rugby confirmó su respaldo a la nueva ventana internacional de “emergencia”, retrasada tres meses debido a COVID-19. Sin embargo, Nienaber señaló la gran discrepancia en la preparación para sus jugadores en comparación con Nueva Zelanda y Australia.
Mientras que los jugadores de los Wallabies y All Blacks habrán tenido un rodaje importante de partidos de Super Rugby para mantener a sus jugadores en forma, sus contrapartes de Springboks y Argentina se han quedado sin competencia de alto nivel.
El impacto de la pandemia tanto en Sudáfrica como en Argentina ha dejado a ambas naciones incapaces de comenzar competencias nacionales.
Nienaber espera que la Currie Cup comience a fines de agosto como para poner en acción al plantel, ya de lo contrario, sería reacio a arriesgar el bienestar de los Springboks en semejante competencia.
“Tenemos la responsabilidad de garantizar que los jugadores hayan recibido el acondicionamiento suficiente para que puedan jugar al rugby”, dijo al periódico Rapport.
“Si no podemos jugar seis partidos, entonces no creo que iremos. El riesgo de bienestar del jugador sería demasiado grande”.
Nienaber quiere llevar un gran plantel de 45 hombres a Nueva Zelanda, dados los requisitos de cuarentena si se necesita que jugadores adicionales lleguen más tarde.
El presidente ejecutivo de NZ Rugby, Mark Robinson, dijo que investigaría la posibilidad de que jugadores de Sudáfrica y Argentina lleguen varias semanas antes del Rugby Championship y jueguen partidos de pretemporada en suelo Kiwi.
Nienaber dijo que el compromiso de sus jugadores de pasar al menos dos meses lejos de la familia en Sudáfrica, afectado por el coronavirus, sería una decisión difícil para cada uno de ellos.
“Eso genera todo tipo de ansiedades adicionales, sin importar los aspectos de rugby masivamente desafiantes involucrados”, dijo.