Se animaron a la aventura. La situación de nuestro país los llevó a tomar la decisión de viajar al Viejo Continente. Un deporte que es tomado por la mayoría como un hobby.
Los primeros escritos sobre Albacete se remontan a la época de la dominación y conquista musulmana, en el año 744. Más de 13 siglos después, cuatro rugbiers tucumanos decidieron pisar suelo español con idéntico objetivo que sus antecesores: dejar su huella entre los 150.000 habitantes de la ciudad más popular de todas las que constituyen la comunidad de Castilla. Es así que Diego Gutiérrez, Germán Parra, Germán Sansón y José Agüero armaron los bolsos y partieron al Viejo continente. Los muchachos siempre estuvieron juntos, desde que eran chicos y jugaban a la ovalada entre las haches de Lince.
Me fui con amigos de toda la vida, con quienes juego desde que era chico, contó Gutiérrez a LA GACETA. El centro del Club de Rugby Albacete, que milita en el Grupo C de la Primera división nacional de España, vino a Tucumán por unos días para rendir la última materia de Ciencias Económicas. Sus compañeros se quedaron jugando el campeonato, que finalizará en marzo.
Claro que dejar los afectos no fue una decisión fácil. La situación del país nos impedía progresar. Eso fue determinante. Todos estudiamos y queremos hacer un posgrado. Y España nos abrió las puertas. Extrañamos mucho, pero somos fuertes. Estamos todos para uno, y uno para todos, bromeó Gutiérrez. Los mosqueteros iniciaron una aventura en un lugar que no se destaca por tener muchos amantes de la guinda. Nada que ver con Tucumán. En España es un hobby. Hay muchos clubes, pero no lo toman tan en serio. Nosotros llegamos y marcamos una diferencia. Tratamos de aportar nuestra experiencia. Es más, con Parra entrenamos a las divisiones juveniles; ahora, los chicos del club hablan y hasta insultan como nosotros. Creo que nosotros les aportamos más a ellos, manifestó.
Al ser un hobby, los muchachos tuvieron que salir a ganarse la paella. En Albacete nos pagan algo, pero no alcanza. Con Parra trabajamos en una agencia de publicidad, donde hacemos de extras, cargamos cámaras, de todo un poco, explicó. Y agregó: una vez hicimos una publicidad para una empresa de electricidad francesa. Cada vez que hacíamos las filmaciones, nos ponían cascos y todo. Por su parte, Agüero arregla ventanas.
Gutiérrez y sus amigos estarán en España un tiempo más, pero volverán a la provincia para radicarse definitivamente.
Confiamos en que el país saldrá adelante y queremos pelearla desde acá. Así, los mosqueteros encararán una nueva aventura.
Costumbres diferentes
Un día en la vida de cuatro rugbiers tucumanos en España se acomoda a las costumbres de ese país. Vivimos juntos, a 15 cuadras del club, en un departamento grande que nos paga Albacete. Las costumbres son muy distintas. No son tan serviciales como aquí; pero es gente buena. No te preguntan cómo andás, pero si vos pedís algo, te ayudan sin problemas, explicó el deportista.