Jockey Club Córdoba vuelve a Alta Gracia RC para disputar las semifinales y el pasado le ilumina el rostro con una sonrisa. El Hípico sabe lo que es acariciar la gloria en la ciudad del Tajamar: la alcanzó al superar a Jockey de Villa Maria el año pasado.
Para recordar aquella proeza, Marcelo Blanco, referente y medio scrum, expresó sus vivencias y emociones de aquella tarde y cómo viven la espera para volver a una ciudad que lo hizo sonreír.
¿Qué recordás de aquella final en Alta Gracia? ¿Cómo fueron los días previos?
Miles de recuerdos hermosos. La semana previa a la final fue una semana rara, nuestra Intermedia perdió la final el lunes contra La Tablada, habíamos sufrido suspensiones, lesiones, algunas tarjetas y eso nos daba dudas de cara al equipo que iba a jugar en la final. Pero a medida que se iba acercando la semana se fueron disipando, desde rendimientos a potenciales jugadores que iban a entrar. Fue una semana que hubo que hacer el duelo de la Intermedia y a medida que se acercaba la final concentrarnos en eso, Entrenamos muy bien ese jueves previo y después tuvimos una gran final pudiendo coronar un trabajo y un año hermosos.
¿Se concentraron en Alta Gracia la noche previa? ¿O viajaron ese mismo día?
Ese viernes viajamos, hicimos el captain’s run, concentramos e hicimos noche en Alta Gracia. Recuerdo que la estadía en el hotel fue tremenda, muy divertida, con comida, charlas y mucho mate. Me acuerdo que jugaba Belgrano y los que somos hinchas estabamos ahi pendientes con la tele…encima el equipo ganó. El sábado arrancamos tempranito , mates en las habitaciones, muchas charlas, había varios chicos que habían viajado ese año a Miami, así que nos divirtieron contando anécdotas. La verdad que fue super amena la previa. Fue un ambiente hermoso, recuerdo salir a la cancha e ir escuchando música en el colectivo con mi amigo Julio Deheza presagiando lo que después sería una gran tarde.
¿Hay algún momento de esa tarde que en particular te haya quedado guardado en la memoria?
El momento que más guardado me quedó en la memoria fue el ingreso a la cancha, el túnel que nosotros hacemos. Recuerdo que cuando comenzamos a correr y vi esos matafuegos con el humo blanco, era una novedad para la hinchada y recuerdo pegar una buena respirada de aire porque si no no íbamos a poder respirar y la hinchada loca cantando a full la canción que le habíamos hecho a nuestro querido perro Oviedo que nos había dejado hace poco. Ese ingreso no me lo olvido más, es algo que realmente disfruté. Esa corrida de 50 metros de aliento, humo, es un recuerdo hermoso e imborrable, era ver a todo el club y todo el rugby del club alentandonos.
¿Cómo se viven estas semanas previas? ¿Cómo manejan la ansiedad?
Las semanas previas son para preparar mucho el partido, para estar en todos los detalles, para analizar a fondo nuestros posibles rivales. Pensando en nuestro plan de juego y lo que va a ser ese partido y tenemos que ser muy meticulosos para no llevarnos sorpresas ése sábado y estar preparados para cualquier cosa que se pueda plantear, desde planteos del rival a dificultades climáticas o lo que sea.
Sabemos que a estos partidos los definen los detalles, mucho foco en eso. En cuanto a la ansiedad, yo como uno de los más grandes del plantel y que tuve la suerte de salir campeón dos veces, creo que no es tanto ansiedad sino más bien ganas, tratando de comunicar tranquilidad a los más chicos para que lo vivan y trabajen como lo hacen siempre. La clave es darle tranquilidad a los más chicos y los más grande disfrutarlas a fondo, porque uno nunca sabe cuando te vuelve a tocar jugar estas instancias.
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Créditos: Pato Otero (Facebook)