Feliz por la evolución que mostró el rugby argentino materializada en el tercer puesto que alcanzaron Los Pumitas en el Junior World Rugby Champonship, Marcos Caldo analizó el trabajo del seleccionado juvenil y dio buenas perspectivas de cara al futuro: “La clave estuvo en la elección y la rotación de jugadores”, dijo el Manager.
El reciente Mundial Juvenil no fue una competencia más que vivió el rugby argentino. Todavía se escuchan los ecos del tercer lugar conseguido en Manchester. Es que, por primera vez desde la creación de la World Rugby M20, allá por 2008, Los Pumitas sólo habían llegado en una ocasión al cuarto puesto, marcando un hecho histórico.
Pero después de un gran trabajo por parte de las distintas estructuras de la UAR, Argentina logró conseguir podio y medalla de manera merecida. Marcos Caldo, manager del equipo nacional, habló con A Pleno Rugby sobre esta gran experiencia.
– Producto de su conocimiento de las distintas camadas de Pumitas. ¿Qué podés decir de esta última?
– Siempre uno trabaja dando lo máximo y espera lo mismo del grupo. Creo que este fue el reflejo de un proceso de varios años y la verdad es que esperábamos este resultado. En algún momento se nos tenía que dar. El año pasado nos habíamos vuelto muy tristes trabajando de la misma manera porque los resultados no nos acompañaron.
– A partir de tu conocimiento puertas adentro, ¿este plantel tiene materia prima para continuar ampliando la base de jugadores?
– El objetivo principal de quienes trabajan con las distintas estructuras UAR, es agrandar la base. Cada vez hay más competencias, y los jugadores entran en un plan de desarrollo con el objetivo que pasen a formar algún seleccionado mayor de la mejor manera.
– Si bien el formato del Mundial Juvenil es especial en cuanto a su clasificación, ¿Los Pumitas están por debajo de Inglaterra e Irlanda, y son mejores que Sudáfrica y Nueva Zelanda?
– Sobre el formato de competencia que tiene el Mundial Juvenil no voy a opinar porque no me corresponde. Cada partido era una final y ese resultado te puede ubicar arriba o abajo. Esta categoría es muy pareja. El año pasado salimos novenos y perdimos un partido por un punto con Irlanda, y por dos frente a Nueva Zelanda. Hoy esos resultados nos tocaron a favor y terminamos en la tercera posición.
– Perdieron al capitán Benito Paolucci y sufrieron varios cambios durante la competencia, ¿cuáles fueron las claves para que el equipo nunca los sintiera?
– Creo que la clave en cuanto al equipo fue la elección y la rotación de jugadores. Los entrenadores trabajaron e invirtieron mucho tiempo en cada una de las concentraciones, poniendo mucha atención en lo que podía dar cada jugador en su puesto como así también si le tocaba ocupar otra posición. Por suerte el plan de juego nunca se resintió y el cambio de jugadores no se notó en el desarrollo de los partidos. Se viene trabajando mucho y muy duro con el rugby juvenil de nuestro país.
– Las últimas camadas de Los Pumitas han dado mucho que hablar con jugadores que hoy son protagonistas en Los Pumas y Jaguares. ¿Cómo ves a este equipo que hizo podio en un futuro próximo en el seleccionado mayor?
– Detrás de cada equipo hay muchísima gente trabajando. En cada concentración nacional hay entrenadores por puestos, hay preparadores físicos, managers, nutricionistas, gente vinculada a la parte logística o de análisis de video. Hay una estructura que trabaja de manera invisible. Este grupo estaba convencido de que quería ser campeón del mundo. La humildad, el trabajo, y la dedicación, fueron nuestros principales pilares día a día. Más allá que se pueda ver o no algún nombre en un seleccionado mayor, hay que entender que son procesos de trabajo y competencia. Hace mucho tiempo que se viene trabajando con una coordinación integral en donde Daniel Hourcade los conoce a todos. En este caso tuvimos un buen resultado el cual ojalá ayude.
– ¿Vos como estás viviendo este gran presente después de tu experiencia en las distintas concentraciones?
–Estoy muy contento porque pude ver el crecimiento de los jugadores concentración tras concentración, viendo cambios muy importantes tanto en su maduración psíquica, física como técnica, pero también con algo de tristeza, porque en este camino van quedando muchísimos jugadores afuera del sistema por diferencias mínimas. Ahora hay que disfrutar este puesto y seguir trabajando.
Por Martín Quetglas
Foto: UAR -Quetglas
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