Hace dos años estaba por empezar su experiencia en el Súper Rugby como head coach de Jaguares y hoy ya pasó por un Mundial dirigiendo a Los Pumas. Mario Ledesma habló con Rugby.com.ar e hizo un balance de la gran cantidad de cosas que pasaron en estos dos años desde que regresó al rugby argentino.
«Cuando llegué firmé por cuatro años con Jaguares y antes de cumplir el primer año se dio la posibilidad de entrenar a Los Pumas en vistas de un Mundial. Fue un desafío enorme y con muchísimo aprendizaje porque el rugby argentino vive cosas por primera vez todo el tiempo . Por ejemplo, que los Jaguares llegasen a la final del Súper Rugby y a la semana siguiente tengamos que empezar la preparación para un Mundial jugando contra los All Blacks. Yo no se si la gente toma dimensión de esas cosas. Y en el medio hubo un montón de gestiones que tuvimos que hacer de cosas desconocidas porque el modelo argentino es distinto a todos. Somos el único país que tenemos una franquicia sola que a su vez es el 90% de Los Pumas. Es un tema bastante complejo, que está buenísimo tener que resolver y es súper desafiante», destacó el head coach del seleccionado nacional.
Luego, con su verborragia habitual, agregó: «Obviamente todo se dio más rápido de lo que uno esperaba pero en cuanto al ciclo la verdad que el balance es buenísimo. Muchos se quedan con el Mundial, que es lógico porque es la punta de la pirámide, pero hoy la foto de la UAR es muy buena. Cuando nosotros empezamos a laburar uno de los objetivos era unificar criterios, no solo con los diferentes seleccionados sino con las academias, ir a ver a los clubes e ir a ver a las uniones. El año pasado antes del Mundial, que por ahí fue un error porque le pusimos mucha energía a eso, visitamos 23 provincias con capacitaciones en todos los Centros de Rugby y las Academias. El M18 tuvo un año bárbaro, le ganaron a un equipo inglés en Sudáfrica; el M20 estuvo entre los cuatro primeros en un Mundial organizado en el país; Argentina XV ganó casi todo lo que jugó y fue a la Currie Cup, por primera vez, y salió campeón; y Jaguares llegó a la final».
En estos dos años, la valoración que el público hizo del ex hooker pasó por distintos estados pero eso no lo afecta demasiado: «Eso es parte del trabajo. Mañana quizás van a volver a verme rubio y de ojos celestes. Todos los deportes son así y lo ves con tipos mucho más exitosos que yo. Por llevarlo al rugby Warren Gatland tuvo un primer pasaje malo y terminó siendo el tipo más exitoso del rugby de Gales, lo mismo Graham Henry o Steve Hansen que después fueron campeones del mundo. Vemos todos los días entrenadores de fútbol que son campeones y al otro día no valen un mango. Es parte del circo».
Los Pumas tendrán un 2020 exigente que a su vez es una oportunidad de reivindicarse tras la frustración del Mundial de Japón: «No se si es reivindicarse. Obviamente a todos nos quedó un gusto amargo del Mundial. Por suerte, y gracias al hecho de que tuvimos que hacer un balance para entregarle a la dirigencia, se nos permitió evaluar objetivamente las cosas que se hicieron bien o las que se hicieron mal o las que podríamos haber hecho mejor. Eso no me deja perder de vista todas las cosas que sí se hicieron bien y usarlas como plataforma o piedra basal para mejorar. Recién hablaba por teléfono con Fede Méndez y me decía que si entra la patada del final contra Francia, aún habiendo hecho todo igual, la percepción hubiera sido diferente. Sigo pensando que, más allá de si entraba esa patada o no, nosotros podríamos haber hecho las cosas mejor, pero lamentablemente las cosas que pasaron ya no las podés cambiar, no es que volvés a jugar ese partido con Francia. Ahora tenemos que tratar de hacer lo mejor pensando en lo que viene».
Pese a que aún faltan más de 4 meses para el próximo partido, el Bocha y sus colaboradores trabajan enfocados y con entusiasmo: «El Súper Rugby es bastante extenso y hoy el primer objetivo es llegar bien a la ventana de julio, que los jugadores lleguen bien física, mental y emocionalmente. Estamos trabajando con ellos una o dos veces por mes para laburar el tema de liderazgo y herramientas mentales, a la par de lo que es el laburo de Jaguares. Es un nuevo comienzo, como cualquier ciclo que se inicia después de un Mundial, y estamos muy entusiasmados mirando para adelante».
El primer rival será Francia, un equipo que también está en un nuevo ciclo: «Lo que tenemos como meta hoy son esos tres partidos de julio, dos con Francia y uno con Italia. Son partidos muy difíciles, como habrán visto Francia ya no es ese equipo irregular que perdía partidos fáciles sino que arrancó el Seis Naciones ganándole al subcampeón del mundo y ganándole bien. Nuestra energía hoy está puesta ahí y en la restructuración del staff, algo que siempre ocurre en un cambio de ciclo como éste».
Además de Jaguares, la estructura profesional del rugby argentino sumó este año una segunda franquicia y la mirada de Ledesma está puesto también en lo que haga Ceibos en la nueva Superliga Americana: «Estuvimos con ellos durante dos o tres semanas y conocemos perfectamente a los jugadores. Con Nacho (Fernández Lobbe) y Gonzalo (Quesada) coordinamos el armado de Jaguares y Ceibos y el intercambio de jugadores de un equipo a otro. Estamos muy entusiasmados con lo que puede generar Ceibos porque es otro espacio para que los jugadores puedan expresarse profesionalmente y más allá de la competencia que ahora parece que va a ser más dura de lo pensado, el hecho de que los chicos se estén entrenando todos los días es un avance enorme y a nosotros nos amplía la base un montón».
Una particularidad del fixture de Los Pumas para el 2020 será jugar contra los All Blacks en el interior, más precisamente en Mendoza, un lugar que históricamente le trajo buena suerte al seleccionado: «El recuerdo más fresco que tengo de jugar en Mendoza es el partido que le ganamos a Sudáfrica en 2018 donde Los Pumas fueron bien Pumas, con las banderas nuestras, donde se tuvo que defender muchísimo en ese segundo tiempo y se sacó adelante un partido complicado. Todo eso en el inconsciente de los chicos es un muy buen recuerdo y genera muy buena energía», recordó Mario.
La expectativa de conseguir el primer triunfo contra los All Blacks reaparece cada año durante el Rugby Championship y Ledesma lo vive desde adentro del equipo: «Es todo energía, depende de qué lado la pone uno. Las expectativas de la gente son cosas que nosotros no podemos manejar pero sin lugar a dudas las tenemos que poner del lado de la energía positiva. Está buenísimo que la gente crea que nosotros le podemos ganarle a los All Blacks, a mi por lo menos no me genera nada negativo, no es una presión extra. Y estoy seguro que va a llegar, no se si llegará este año pero el año pasado estuvo cerquita, a un line en el último minuto. Seguramente en los años que vengan va a llegar y ojalá que sea en Mendoza. Y si es así jugaremos en Mendoza todos los años, todos los partidos».
Respecto de la importancia que tendría ganarle a los hombres de negro por primera vez, analizó: «Creo que sería algo único porque Los Pumas, a través del tiempo, estuvieron algunas veces cerca como en aquel partido en Ferro que estaban entrando al ingoal y se le cae la pelota al Flaco Ure. También hubo otra en River que si sacábamos la pelota afuera ganábamos el partido y otra fue la del año pasado en Vélez. Pero es como dicen ellos mismos, de ganar por un punto a perder por un punto la diferencia es enorme. Sería único y sería un hito en la historia de nuestro rugby».
Para terminar, era ineludible conocer su pensamiento sobre el asesinato de Fernando Sosa Báez en Villa Gesell y de todo lo que se viene hablando alrededor del rugby: «Yo tengo cuatro hijos y como padre lo primero que siento es empatía con una familia que sufrió una pérdida irreparable con el chico que fue asesinado. La sensación es de tristeza, sorpresa y necesidad de que se haga justicia. Yo creo que en este caso eso es lo que prima y es lo primero que me sale como padre de familia, más allá de que nos toque de cerca porque algunos de los chicos involucrados jugaban al rugby. Creo que esta es una problemática social. Sin ir más lejos Villa Gesell vivió un verano bastante violento, más allá de este episodio. Creo que todos, desde donde nos toca, y nosotros desde el rugby obviamente, tenemos que hacer una autocrítica y una concientización. Ya hemos visto que muchos clubes han puesto manos a la obra. El rugby nunca tarda mucho en arremangarse y laburar e incluso todo este tipo de charlas sobre adicciones o violencia se hacen desde hace mucho tiempo. Siempre hay clubes que toman medidas respecto del consumo de alcohol pero me parece que es un problema más global que tiene que ver con la sociedad, la familia y la educación. No es un problema que vamos a solucionar nosotros solos».
Por Juan Pablo García
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