Quién dijo que todo está perdido, hoy vengo a ofrecer mi corazón, escribió alguna vez Fito Páez, en una de sus canciones, y Marista, ayer lo tomó como grito de guerra.
Los Curas fueron
campeones del Torneo Integrado, al superar a San Jorge, por 35 a 22, en un año que lo había tenido a mal traer en primera, pero dejó en claro que no se iba a retirar con las manos vacías.
Los Tricolores devolvieron gentilezas y festejaron en Los Tordos (los Pájaros ya dieron dos gritos de campeón en La Carrodilla), en lo que parece una paradoja del destino.
Lo cierto es que el título de ayer no fue un trámite. San Jorge, que será el representante mendocino para subir a la zona Campeonato del Regional del Oeste 2005, estuvo a la altura de las circunstancias y durante la primera parte puso en jaque a Marista.
Los sureños pegaron primeros con un verdadero baldazo de agua fría en el primer try, en manos de Sánchez Navarro, con una intercepción entre los tres cuartos tricolores.
Ramazzi descontó con el pie para Marista, y Vega puso a los Curas arriba, en una buena jugada, que el wing decoró con un sombrerito en la definición.
Freire decretó el empate en 10 puntos para San Jorge, pero el otro apertura -Ramazzi- sumó otra vez con su pie. Al cierre, Rovetta apoyó un tryscrum para San Jorge, y casi repite en el final, pero la pelota fue liberada antes de tiempo.
El parcial cerró, 17 a 16, en favor de los sureños, pero en el complemento Marista mejoró y la historia cambió.
Los Curas, con un par de cambios, mejoraron en los fijos y aceitaron el trabajo de los tres cuartos.Olivieri anotó la primera conquista, después de un largo salteo de Ramazzi, pero Vázquez dejó el 22 a 21 para San Jorge, con un try de line-maul.
Fue Vega, quien hizo el try del quiebre, tras una escapada de F. Pincolini, y Grecco lo liquidó con el suyo por el ciego.
Fuente: Diario Los Andes