Ignacio Fernández Lobbe es símbolo en Sale pero ahora se le complica jugar en la liga de Inglaterra por el cupo de extranjeros. Los Sharks incorporaron al neocelandés Luke McAlister y, desde ese momento, el back de los All Blacks ocupa la plaza. Se permite solamente un extracomunitario en los titulares.
Ignacio Fernández Lobbe lleva cuatro temporadas en el Sale inglés; obtuvo dos títulos, uno de la Premiership y otro de la Challenge europea, y se convirtió en símbolo del club. Sin embargo, desde diciembre se le complicó jugar en la liga por el cupo de extranjeros. ¿Qué pasó? Los Sharks incorporaron al neocelandés Luke McAlister y, desde ese momento, el back de los All Blacks ocupa la plaza. Se permite solamente un extracomunitario en los titulares, otro en el banco y no pueden estar ambos en la cancha.
Recién el sábado Nacho pudo disputar su primer partido de la liga -jugó copa europea y copa inglesa- porque, durante el Seis Naciones, el cupo se amplía hasta tres debido a que los clubes pierden a sus internacionales. La muestra de lo que significa el segunda línea de Los Pumas en Sale estuvo en que el DT le dio la capitanía. El equipo respondió con victoria frente al Leicester de Marcelo Loffreda.
¿Cómo se toma Nacho esta situación a esta altura de su carrera?
"Cuando llegó McAlister jodíamos con mi hermano: ‘A éste lo tenemos que envenenar porque no va a salir más’. Claro, era la gran incorporación", explicó. Juan Martín, el Fernández Lobbe menor, juega en Sale y estaba en la misma situación. Pero este mes se casó y dejó de ocupar plaza de extracomunitario porque su esposa tiene ciudadanía italiana.
"Al principio me lo tomé con soda… Venía del Mundial y disfruté de la familia, de mi hija Lucía de diez meses… Pero llega un momento en que te molesta entrenarte y no jugar. O ni ir al banco por el cupo.
Philippe Saint-André, el director de rugby, me dijo un día: ‘Tengo dos líderes en este plantel: Hodgson y vos’. Está bien, pero no me sirve. Poneme, jaja", contó Nacho (33 años).
McAlister es la estrellita de los Sharks (cuando firmó se habló de un contrato de 240.000 libras), pero no se la cree. "Es un buen pibe. ‘Tenemos que jugar juntos’, me dice siempre", comentó el ex Liceo Naval. Hasta junio, cuando termina su contrato, el panorama será igual. Excepto en la Challenge europea, que permite dos extranjeros entre los titulares y en la cual Sale está en cuartos. De todas maneras, Nacho conoce su valía y no desespera: de los siete partidos que suma esta temporada, en cuatro fue elegido figura. ¿Qué hará en junio? "Tengo ganas de jugar un año más afuera. Y tengo ofertas (Northampton). Pero ya no soy un pibe y no me voy a enloquecer por firmar. Si la propuesta no me convence, armo las valijas y vuelvo para allá".
Por Ezequiel Iribarren (olé.com.ar)