LA BAULE-ESCOUBLAC, Francia.- Si Francia 2007 significó un despegue para el rugby en cuanto a masificación y derechos de televisión, Francia 2023 puede representar un antes y después en el formato de Mundial de 20 equipos, inaugurado en Gales 1999 y reformulado en cuanto a los grupos en Australia 2003. Alan Gilpin, director ejecutivo de World Rugby, sostuvo ayer que la celebración de Australia 2027 podría –y debería, remarcó– alojar al menos cuatro selecciones más.
Las actuaciones en Francia de naciones emergentes como Chile y Portugal alertaron a los dirigentes de World Rugby sobre la necesidad de darles más oportunidades y desarrollo a esas selecciones. “Chile tuvo un partido muy difícil contra una Inglaterra muy fuerte que jugó un gran rugby el fin de semana, pero jugó brillantemente el primer tiempo contra Japón en su debut en un Mundial. Y Portugal ha sido increíble. Portugal en su segundo Mundial, Chile en su primero. Las señales son muy positivas”, reflexionó Gilpin en declaraciones recogidas por el diario inglés The Telegraph.
El gran inconveniente de los Mundiales de rugby es su duración, más extensa que cualquier otro torneo de esa característica. Esta edición de Francia comenzó el 8 de septiembre y concluirá el 28 de octubre: 50 días. El de fútbol de Qatar, por ejemplo, con 32 equipos, se jugó en 28 días. El descanso por reglamento que necesitan los jugadores, que a partir de cuartos de final es de una semana entre un partido y otro, transforman al de rugby en el Mundial más largo de todos los que se juegan.
¿Cuál sería la solución entonces si la competencia llegara a albergar a 24 equipos? Lo que se está evaluando, según Gilpin, es el llamado sistema suizo (se llama así porque se inventó en Zurich), que se utiliza frecuentemente en el ajedrez y que el rugby ya lo puso en práctica en la Copa Europea de clubes. Se trata de juntar a todos los equipos en uno o dos grupos y armar un sistema para que jueguen no más de 4 partidos y que los primeros avancen a los octavos de final. Pero el problema sería que si se agrega esa instancia, el Mundial sería todavía más largo el Mundial.
A excepción de Namibia, que nunca en la historia de los Mundiales ganó un partido, las naciones de los llamados Tier 2 y 3 dejaron en Francia una grata impresión, más allá de las notables diferencias que aún existen con las del Tier 1. Uruguay dio batalla y complicó a Francia, que no le pudo marcar punto bonus; Chile jugó con fiereza y Portugal perdió 28-8 con el Gales que después vapuleó a Australia y empató –y pudo ganarle- con Georgia, el europeo que más se le acerca a los del 6 Naciones. Los fuertes reclamos del entrenador de Chile, Pablo Lemoine, también fueron recibidos por la aristocracia de la World Rugby. Habrá que ver si en sus sillones del edificio en Dublin resuelven algún cambio, si le dan más posibilidades a los menos desarrollados o si siguen encerrándose en su mismo poder.
El rugby también fue el último de los deportes en tener su Mundial. Su primera edición recién se jugó en 1987 y tuvo sólo 16 equipos. Se disputó en los dos países que presentaron la idea, Nueva Zelanda y Australia. Como los ingleses, que tenían doble voto en la International Rugby Board por considerarse los inventores de este deporte, no se mostraron entusiasmados con el proyecto, enviaron un equipo sin preparación que fue un papelón. Vista la repercusión que tuvo el torneo, organizaron el siguiente, en el cual llegaron a la final.
El sistema de 16 equipos continuó en Inglaterra 1991 y en Sudáfrica 1995, con cuatro zonas de cuatro equipos cada uno. En Gales 99 se subió a 20 equipos, con cuatro zonas de cinco. Ahí se instauró el sistema de play-offs con los mejores terceros, instancia a la que llegaron los Pumas. Desde Australia 2003 se juega con cuatro zonas de cinco, con los dos primeros de cada grupo avanzando directamente a los cuartos de final.
De todos modos, hay que analizar que en estos cuatro años que restan al próximo Mundial habrá cambio de autoridades en la World Rugby, ya que se realizarán elecciones el año próximo y el inglés Bill Beaumont no podrá volver a presentarse como candidato a presidente y así cerrará sus dos períodos -ocho años en total- de mandato. Recién allí se verá si las declaraciones de World Rugby son para capear las críticas que está recibiendo o, si en verdad, representan una verdadera voluntad de cambio.
Por Jorge Búsico
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Subir a 24 equipos sería el peor error. Si con 20 se vieron palizas que nadie quiere que pasen (Francia, Italia y Nueva Zelanda a Namibia, Nueva Zelanda a Italia – Este Tier 1 -, Irlanda y Sudáfrica a Rumania (Y muy posiblemente los escoceses se unan), Inglaterra a Chile (Y si se quiere, se puede unir a Argentina a la lista de los que goleen a Chile), con 24 sería mucho peor.
Debe bajar a 16 equipos (Después de todo un Mundial no es el sitio donde se debe fomentar el desarrollo, sino los torneos continentales y el torneo juvenil) y cambiar la clasificación (Que sea como en fútbol, basquet, voley u otros deportes, donde solo el organizador no juega la qualy)