El Súper Rugby está llegando a su fin y en el último empuje, se viven emociones cruzadas en Dogos XV.
A diferencia de su rival en la final del viernes, a las 19:45, en el Estadio Charrúa, el conjunto con base en Córdoba no tendrá más actividad en el resto del año.
Peñarol Rugby, ya como el seleccionado de Uruguay, seguirá trabajando de cara a la participación de Los Teros en Rugby World Cup.
Entonces, está la tristeza porque el equipo se separa cuando termine el torneo, alegría por lo conseguido y el compromiso de respetar su ADN en la final.
“Estamos donde queríamos estar en cuanto al rendimiento; pudimos hacer un rugby dinámico y eso nos trajo adonde estamos,” dice Nicolás Galatro en el último día completo del equipo en Córdoba, su base de operaciones.
“Vamos a jugar contra el mejor equipo del Súper Rugby Américas, que se está preparando para el Mundial. Es un gran desafío para el equipo, pero no vamos a cambiar absolutamente nada y vamos a jugar con nuestras armas. Tenemos un ADN y lo vamos a respetar.”
Para ese ADN, con lo visto en Dogos XV y el año pasado con Cafeteros Pro en la Superliga Americana de Rugby – equipo que dirigió Galatro –, hay suficientes pruebas.
“Buscamos tener buena obtención, aunque quizás en los porcentajes no fue, fue de calidad. Buscamos tener buena pelota y jugar rápido, jugar lo que tenemos en frente, dentro de una organización. Buscamos que los jugadores se expresen.”
Expresarse
En ese sentido, hubo muchos jugadores que se expresaron semana a semana en el más alto nivel.
“Cuando arrancamos el año la idea era que el Súper Rugby Américas le diera a los jugadores la posibilidad de ir al Mundial M20 en el caso de los juveniles, y en los mayores, de ser vistos.”
Con trece Dogos XV en el plantel de Los Pumitas, ese objetivo se cumplió. Habrá que ver las próximas convocatorias a Argentina XV y Los Pumas para ver cómo fueron considerados los demás jugadores.
“Me sorprendió con los jugadores más chicos la rápida confianza que tomaron para jugar. A veces, lo más difícil es animarse a jugar,” explica.
Quien no pudo terminar el torneo fue el capitán Franco Molina. Una lesión en su talón de Aquiles le alejó del rugby por unos meses, rompiendo su sueño de ir a Francia y RWC.
“La perdida del Lungo nos golpeó,” dice Galatro. “Era un tipo que hacía el trabajo de tres y cuatro jugadores él solo y tuvimos dividir sus roles.”
“Pero tuvimos que reponernos rápido por la misma continuidad del torneo. Igual, lo sentimos no solo por lo que aportaba adentro sino por lo de afuera. Es un gran líder, sigue viniendo, participa, nos ayuda haciendo análisis.”
Jugar en casa
La plaza cordobesa fue la que más movilizó al público. El Tala Rugby Club en Villa Warcalde fue, desde su primer partido hasta la semifinal, una fiesta para el público y un gran apoyo para el equipo.
“Se los digo todo el tiempo a la gente de Córdoba y los que organizaron la sede no tuvo comparación con los otros lugares. “Fue la mejor sede, con el pre y post partido y eso generó que la cancha esté siempre llena; había buena comida, food-trucks, DJ, se vivía el tercer tiempo como en un club.”
Todo eso se notó en el rugby cordobés. “La gente se sumó al proyecto, los jugadores fueron reconocidos y queridos, el proyecto tuvo el apoyo total de los clubes y la gente.”
Lo que queda
Quedan 80 minutos de rugby en el Súper Rugby y Dogos XV buscará “hacer un buen partido; si lo podemos hacer con nuestro juego sería un buen logro. No queremos renunciar a lo que venimos haciendo, es una final con un equipo de la talla de Peñarol. Si ganamos se coronará una gran temporada.”
Galatro termina su segundo torneo profesional. Nota un crecimiento.
“Hay que agradecer porque la verdad que fue todo muy bueno. El torneo fue de un gran nivel. Subió varios escalones este año. Es hermoso jugarlo.”
“No tenemos ganas de que se termine; estamos un poco tristes porque es la última semana. Estamos llegando al final de seis meses de un torneo bien jugado, bien organizado.”
“Ya estamos esperando que vuelva.”
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Créditos: UAR