Los clubes porteños quieren que a los citados por Phelan se les pague pero como “viáticos”. Esta postura -moción presentada por CUBA- se apoya en el artículo 3 del estatuto de la Unión de Buenos Aires, que prohíbe jugadores profesionales en sus certámenes. Mientras se mantuvo como proyecto, el nuevo Plan de Alto Rendimiento (Pladar) de la UAR fue un paso positivo más del rugby argentino en busca de achicar la brecha entre los jugadores locales y los que actúan en el exterior. Pero cuando la idea comenzó a andar, la chance de tener a 31 jugadores bajo contrato, 31 profesionales, el eterno escozor por esa palabra hizo saltar los tapones de los clubes de Buenos Aires y el medio históricamente amateur. El miércoles, en una de las tantas reuniones de presidentes de clubes porteños que se realizaron en el último tiempo, decidieron limitar el plan, tal como lo implementó la UAR.
¿Qué resolvieron? Armar una comisión para redactar una declaración institucional sobre el Pladar. ¿Qué pretenden plantear? Por empezar, que los jugadores porteños -23- no podrán firmar tales contratos con la UAR como condición para poder jugar en sus clubes. Los ocho del Interior, mientras, ya rubricaron sus vínculos. La URBA, como parte del acuerdo para no abortar de plano el proyecto Pladar, aceptará que los jugadores participen del plan pero manteniendo la condición de viaticados que se utilizó hasta el año pasado. Es decir: que perciban un viático en vez de un sueldo por dedicarse a los seleccionados nacionales. Una cuestión semántica para pasar la transición. Otra solución atada con alambre. Una más. El asunto, además, tendría fecha límite fijada por los clubes porteños. La mezcla entre amateurs y jugadores incluidos en planes de alto rendimiento se podrá dar, según quieren, hasta el 31 de diciembre de este año. Esta postura -moción presentada por CUBA- se apoya en el artículo 3 del estatuto de la Unión de Buenos Aires, que prohíbe jugadores profesionales en sus certámenes.
La UAR, cuando lanzó el plan, sabía que esto podría pasar. Tenía la venia de la cúpula de la URBA pero los que saltaron fueron varios clubes de peso. Hay cuestiones filósoficas y estatutarias, que merecerían el debate nacional tan pedido; pero también hay movidas políticas atrás. Pese al planteo, los jugadores podrán seguir entrenándose bajo el plan. En vez de un año de plazo, la UAR esperaba sacar dos, para en ese plazo conseguirles a los senior (los 31 del Pladar) los partidos internacionales necesarios -unos 20- para que estos chicos dejen sus clubes y se dediquen full time a la Selección.
Por Ezequiel Iribarren (Olé.com.ar)
