El destino del torneo Seis Naciones de rugby no se decidirá hasta el “Super sábado” del 15 de marzo, pero este fin de semana promete ser un buen aperitivo, con cuatro equipos con posibilidades reales de quedarse con el título. LONDRES (Reuters) – El destino del torneo Seis Naciones de rugby no se decidirá hasta el "Super sábado" del 15 de marzo, pero este fin de semana promete ser un buen aperitivo, con cuatro equipos con posibilidades reales de quedarse con el título.
El mayor atractivo está el sábado en Dublín, donde se enfrentan Irlanda y Gales, que parecen haber redescubierto el nivel competitivo que habían perdido en la Copa del Mundo en el 2007.
Luego, aparece el histórico duelo por la Copa Calcuta en Murrayfield, en el que Inglaterra, que mantuvo a flote su confianza con su victoria sobre Francia, debe recuperar su esencia contra Escocia, que perdió en sus tres presentaciones.
El domingo, el campeón defensor Francia recibe en París a Italia, que también cayó en sus tres partidos previos, con el intrépido entrenador Marc Lievremont volviendo a realizar varias modificaciones para probar nuevos jugadores.
Tras cuatro meses desde su eliminación en el Mundial, Gales se encuentra repentinamente hablando de un Grand Slam -conseguir el título ganando todos los partidos-.
Del otro lado, unas semanas después de superar con esfuerzo a Italia y tras un tiempo desde su propia frustración en el Mundial, Irlanda cree que, de una vez por todas, este puede ser su año.
Warren Gatland y su asistente Shaun Edwards dieron impulso a los galeses y, a pesar de haber ganado sus tres juegos, no se mostraron temerosos al hacer selecciones controversiales.
TRIPLE CORONA
El chico de oro James Hook dejó su lugar al probado talento del apertura Stephen Jones, mientras que el combativo Mike Phillips abandona su posición de back centro para que ingrese Dwayne Peel.
Un triunfo en Croke Park le daría a Gales más posibilidades para una triple corona e instalaría a su último partido en casa con Francia como el que decidiría el campeonato.
Sin embargo, el conjunto galés sólo venció a Irlanda una vez -durante su último Grand Slam en el 2005- en sus últimos ocho enfrentamientos y no gana en Dublín hace ocho años.
Si los irlandeses son los que prevalecen el sábado, viajarían a Twickenham para jugar su último encuentro ante Inglaterra con una buena oportunidad de ganar su primer título desde 1985. Ese escenario parecía muy improbable hasta que Irlanda recuperó un poco de confianza al derrotar a Francia.
Hay otro condimento especial que rodea al choque entre los celtas, y es que entre sus técnicos existe algún tipo de rencor desde que Eddie O’Sullivan reemplazó a Gatland en su puesto como entrenador de la selección irlandesa.
Por su parte, en Edimburgo también correrá un aire de rivalidad cuando se ponga en juego la Copa Calcuta que, por implicar a dos de los equipos más antiguos del mundo, siempre genera una atmósfera especial.
FUERZA FORWARD
Inglaterra, que comenzó a mostrar por momentos el juego más suelto y fluido que pide su entrenador Brian Ashton, debería dominar el partido, aunque corre con la desventaja de ser superado físicamente por los escoceses.
La inclusión del principiante Danny Cipriani del Wasps como fullback debería dar mayor ritmo y creatividad al ataque inglés, pero la inexperimentada hilera de backs deberá dar lo mejor de sí para mantener la posesión de la pelota y evitar repetir la derrota de 18-12 en Murrayfield de dos años atrás.
Escocia recibió el estímulo de recuperar al lesionado octavo Simon Taylor.
A Hadden le encantaría contar con la cantidad de recursos que tiene disponible el francés Lievremont, quien seleccionó al centro Yann David, al pilar Fabien Barcella y al tercera línea Ibrahim Diarra -debutantes-, como también le había dado su primer partido al fullback Anthony Floch.
Sólo cinco jugadores que comenzaron el juego que terminó en derrota 24-13 ante Inglaterra estarán en la alineación inicial de Lievremont para el sábado. El entrenador francés ya convocó a 37 jugadores desde que su predecesor, Bernard Laporte, lo tildó de inexperimentado.
Francia ganó el Seis Naciones el año pasado por diferencia de puntos y no habrá dudas de que el domingo tendrá en mente repetir ese objetivo tratando de acercarse a Gales en las posiciones.
En tanto, Italia viene de sufrir un nuevo golpe ya que Mauro Bergamasco fue sancionado con 13 partidos por agredir a un rival en la caída con los galeses.
Su entrenador, Nick Mallett, quien aclaró que la reacción del tercera línea había sido provocada, dijo también que sentía que el suspendido era el único forward capaz de detener a los backs franceses en tres cuartos del campo.