El ex capitán de los Pumas sueña con la profesionalización del seleccionado nacional y dedica sus energías a lograrlo desde una posición dirigencial; “lo que buscamos son mejores estructuras”, dijo.
PUNTA DEL ESTE.- "Después de 14 años jugando en el alto nivel y con el seleccionado como una ocupación casi diaria, 2008 fue un año raro, pero igual el balance que hago es muy bueno." Distendido y apasionado como cuando era jugador, Agustín Pichot, el dueño de la frase, no duda: aunque la temporada que se va lo vio por primera vez del lado de afuera de las canchas, hay circunstancias que no lo abandonan. Mientras disfruta de unos días de descanso en la Casa Este que la firma Nike posee en esta ciudad, desanda un sendero de intenciones. Cuando se refiere a un año "raro" sólo lo hace desde la perspectiva de la ausencia de un test, de la arenga previa a cada partido de los Pumas. Lo demás no cambió. Tal como se venía perfilando en los últimos tiempos, su compromiso con el rugby hoy abarca con exclusividad una faceta en la que pone la misma dedicación que al calzarse la celeste y blanca: la dirigencial.
"Estuve muy metido en eso los últimos 4 o 5 años. Tenía la posibilidad de jugar la Copa de Europa, un torneo que siempre me quedó como una deuda pendiente, pero al complicarse la clasificación de Stade Français, se puede decir que sí, soy un ex jugador. Aunque en realidad sigo actuando como un jugador, tratando de acercar el conocimiento que logré después de tantas temporadas en el exterior", aclara.
Desde su lugar en la Subcomisión de Rugby Profesional de la UAR, Pichot tiene objetivos claros. Pretende insertar un sistema de cambios en el deporte en la Argentina con la idea básica de toda actividad profesional. Quiere que el rugbier esté respaldado y que sólo se dedique a jugar. "Fundamentalmente, lo que buscamos son mejores estructuras, lograr llegar con el equipo más preparados a los torneos importantes. Muchos piensan que con el profesionalismo se van a morir los clubes, pero es todo lo contrario. Ocurre que en la Argentina es muy difícil sacar los preconceptos, acá todo tiende a demonizarse, a que esto debe ser blanco o negro, y no creo que sea así", asevera.
"Preparándose mejor desde las bases, los jugadores van a ser mejores. Hoy se les exigen cosas descomunales a los chicos y entre un profesionalismo ordenado y un amateurismo desordenado, creo que es preferible lo primero", indica Pichot y, a la vez, se queja de lo espinoso que puede ser el camino de la concreción: "En esto siempre se piensa que uno quiere sacar un rédito, se dice? éste busca algo´, todo el tiempo se critica y así siempre se tarda en avanzar".
Establecer el rugby profesional en el país, ante semejante panorama, no desanima a Pichot. Por el contrario, parece fortalecerse ante el desafío. "Se dijo en el 99, y también el año pasado, que con las buenas actuaciones de los Pumas había que aprovechar el envión"… pero, ¿qué envión? Si no había estructuras ni modo de sostener el momento. No se podía ser reactivo a lo que logró el seleccionado en esos años, no había cómo", dice con determinación. "Lo más importante es tener una base sólida. Debe haber orden, tanto en el rugby de difusión como en el de base y en el de alta competencia. A todos hay que hacerlos interactuar porque si no se corre el riesgo de que se voltee todo lo que conseguimos hasta acá. Y así se pierde el nombre y el prestigio".
Sobre su actuación en particular en el proceso que busca poner en marcha, Pichot se intuye respaldado. "Me siento acompañado, porque a mi lado tengo un equipo, los Pumas, con el que siempre voy a estar en deuda. Por ellos y por los clubes, que comparten la idea, estamos trabajando. Obviamente, va a haber dirigentes que se sumarán y otros que estarán en contra", reconoce.
Sin embargo, no parece haber, de momento, circunstancias que frenen sus convicciones. Y antes que pronosticar cómo será 2009 para el seleccionado, prefiere dar precisiones sobre su compromiso. "Yo estoy y voy a estar para lo que el equipo necesite, siempre, porque con ellos creamos algo especial. Estoy para apoyar, para dar opiniones, sobre todo a los que no vivieron un proceso profesional como el que viví yo durante toda mi carrera. Sé que existen miedos, lo que es lógico, también que va a haber equivocaciones, pero hay que luchar. Hay que creer en lo que uno hace y yendo por derecha, todo se puede conseguir. Sé que ese empuje que tienen los Pumas en la cancha se puede trasladar también al ámbito dirigencial. No se trata de revolucionar nada ni de cambiar todo, simplemente de reordenar algunas cosas para que nuestro deporte siga creciendo."
Por Daniel Meissner (La Nación.com.ar)