Cansados de esperar respuestas desde la dirigencia buscan levantar la prohibición que pesa sobre los afectados al Pladar. Podría haber una huelga.
Creciente como una ola que podría resultar imparable y de consecuencias inéditas es la movilización que germina en el seno de la URBA. Al calor de una postergación ya no aceptada, los jugadores (los propios protagonistas del rugby de Buenos Aires) parecen haberse dado cuenta de que el turno de emitir su opinión ha llegado.
Tras resolverse –con una agria sensación de desunión- la cuestión del Pladar en forma contraria a los intereses de los jugadores que forman parte del plan entrenamiento de la UAR, la totalidad de ellos ya no puede ser parte de los campeonatos organizados por la URBA desde el 1 de enero de 2011.
Dejando de lado una postura pasiva y recuperando la opinión –exageradamente cedida a la dirigencia- muchos jugadores empezaron a tomar conciencia del significado de la medida que se ratificó con el cambio de autoridades de la Unión porteña: que muchos de sus compañeros y/o rivales no podrán volver a jugar en sus clubes nunca más en su vida si siguen ligados al Pladar (ya no forman parte de Las Aguilas).
Las conversaciones en tono preocupado fueron comunes a fin de año. Sin embargo, el límite veraniego diluyó la tensión que tocó un punto extremo este último fin de semana. Referentes del rugby de Buenos Aires, y en algunos casos de Los Pumas, mantuvieron conversaciones en las que establecieron pautas para orquestar un reclamo conjunto ante las actuales autoridades.
“Lo primero que tenemos que hacer es hablar con todos los capitanes de los equipos y saber si estamos en un 100% de acuerdo en solicitar que les permitan jugar a los chicos. Muchos somos los que queremos esto pero debemos saber si estamos todos de acuerdo” confió uno de los mentores de esta reacción a Drop de Noticias.com.
Apurados por las circunstancias (el campeonato comenzará el 17 de abril) ya casi no cuentan con tiempo para presentar una postura que no sea radical. El tiempo de negociaciones – a cargo de los dirigentes- se consumió tras un 2010 que logró desangrar por dentro a una Unión llena de intolerancia e intransigencia.
“El segundo paso – agregó la misma fuente- será ver qué medida tomamos para revertir esto. Tenemos muchos amigos que no podrán jugar y es una sensación muy amarga la que nos embarga en este momento. Veremos cómo sigue y qué hacemos al respecto”.
En el sitio Facebook se creó un grupo llamado “Jugadores deben Jugar” que busca sumar adhesiones y concientizar sobre la prohibición que pesa sobre cerca de 40 jugadores que se reparten en 16 equipos de Primera División.
Por Román Iglesias Brickles
Director de Drop de Noticias.com
[email protected]
La Unión de Rugby de Tucumán (URT) celebró su tradicional entrega anual de premios, donde reconoce a lo mejor de la temporada en distintas ramas y categorías. Y...
Leer Más