El tercera línea disfruta de su gran momento personal y del equipo, soñando con levantar la Copa Webb Ellis el próximo sábado.
La vuelta de David Pocock al equipo de Australia para la semifinal contra Argentina en Twickenham resultó clave para la victoria que llevó a los Wallabies a su cuarta final de la Copa Mundial de Rugby y su primera ante Nueva Zelanda.
El octavo tuvo cuatro recuperaciones, más que cualquier otro jugador, en un punto de encuentro dominado por el conjunto de Michael Cheika y que detuvo a Los Pumas una y otra vez. Su actuación fue un ejemplo más del brillante juego que aportó a los Wallabies desde que volvió al equipo a tiempo para jugar la RWC 2015, tras tres años de ausencia.
“He jugado mucho con Dave en los Brumbies (en el Súper Rugby), donde es subcapitán, y es un gran jugador y gran persona fuera del campo”, dijo el capitán de Australia, Stephen Moore. “Cada uno tiene su personalidad y a algunos jugadores les gusta pasearse en Segways después de un partido, pero él va a su habitación a ver un documental de David Attenborough”.
En Australia Pocock es tan conocido por su activismo humanitario y político como por sus actuaciones con la camiseta de los Wallabies. Es un reflejo de que él y su familia se vieron forzados a dejar su Zimbabue natal a los 12 años luego de que el gobierno de Robert Mugabe anunciara que confiscaría toda tierra que fuera de blancos y que tendrían 90 días para marcharse.
Junto con Moore, Pocock es uno de cinco australianos que lideran al equipo – Michael Hooper, el medio scrum Will Genia y el centro Matt Giteau completan el quinteto – y cada uno de ellos aporta con gusto su experiencia a la causa.
“Hay varios líderes en el grupo y creo que se nota en los partidos que jugamos hasta ahora y que volverá a ser importante este sábado. Se trata de hacer bien nuestro trabajo. Se habla mucho de la final y fue igual la semana pasada, pero queda un partido por jugar y es el aspecto más importante de la semana. La clave es mejorar: debes seguir mejorando, porque el nivel volverá a levantarse esta semana y debemos mejorar”.
Salvo imprevistos, Pocock ocupará su lugar en el fondo del scrum este sábado cuando Australia se enfrente a Nueva Zelanda por el derecho a llamarse tricampeón del mundo. Mientras que Nueva Zelanda ganó el encuentro más reciente entre los dos rivales, Australia cuenta con la ventaja histórica de haber ganado la Copa Mundial de Rugby la última vez que la final se celebró en Twickenham, en 1991.
Es algo que ahora buscarán repetir y al entrenador Cheika lo motiva imaginarse el dolor de la derrota. “Cualquiera que juegue al rugby odia perder y la sensación con los compañeros en el vestuario después”, dijo. “Si no, no jugarías. Esa es la alegría del deporte. Este sábado habrá hombres muy tercos en la cancha empeñados en ganar”.
www.rugbyworldcup.com
World Rugby ha decidido otorgar los torneos masculino y femenino en una sola vez, con un intervalo de dos años entre ellos. Tras la exitosa organización de la...
Leer Más