Todeschini marcó 22 de los 25 puntos albicelestes. El “Ninja” fue clave en la victoria de Los Pumas ante Inglaterra.
No es la primera vez que Federico Todeschini sorprende. No importa el escenario, él aparece. Así lo hizo ante los British & Irish Lions, en el estadio Millenium de Cardiff en un partido donde Argentina no ganó porque los popes del rugby decidieron que no debía hacerlo. Esa noche, el hoy jugador del Montpellier francés, uno de los equipos más prestigiosos del rugby galo, demostró su calidad y aplomo a la hora de patear y sumó 20 de los 25 puntos que consiguieron Los Pumas en ese empate con sabor a victoria que sólo dejó la amargura de algunos fallos insólitos.
El Ninja, tal como se lo conoce en el ambiente de la ovalada, tuvo un muy buen momento cuando tenía 22 años pero no lo supo aprovechar. Su debut en Los Pumas fue en 1998, cuando el seleccionado argentino enfrentó a Rumania en el estadio Gabino Sosa en el marco del 70º aniversario de la URR. Pasaron siete años y volvió a recibir una convocatoria para vestir la albiceleste con el yaguareté en el pecho. Los años le dieron experiencia y en este segundo llamado no defraudó.
Federico Todeschini nació rugbísticamente en Atlético del Rosario. En 1998 dejó el club para pasar a militar en Parma, pero volvió en 2000 y fue el jugador clave en el título que Plaza consiguió ese año al vencer a CASI en la final de la Urba marcando 25, de los 35 puntos plazones.
Tras ese logro volvió a armar las valijas y se fue a Francia donde jugó de fullback y de apertura en clubes como Beziers y Montpellier, donde milita actualmente. Su talento y su juego se consolidaron de tal manera que ya no quedan dudas que hoy por hoy es una alternativa más para Marcelo Loffreda a la hora de optar por los mejores. En la cancha, sin importar el escenario, Todeschini está respondiendo: con las manos y con los pies.