La derrota ante los Springboks en la apertura del Rugby Championship el último sábado, marcó el debut de Mario Ledesma al frente de Los Pumas. Frankie Deges, en su habitual columna semanal, pone su ojo analítico sobre lo que pasó y también sobre lo que vendrá para el equipo argentino.
En épocas de pocos cambios de conducción, el fútbol solía decir que técnico que debutaba, ganaba. Claro, se llegaba a un trabajo con tiempo para preparar el equipo y acomodarlo a sus ideas, lo que sumado al pico emocional que resultaba de ser un debut, solía cumplirse el dicho. Hoy se cambian tantos técnicos por mes, que se hace imposible respetar estos viejos dichos.
Mario Ledesma debutó como head coach de Los Pumas, pero no se le dio esa máxima que persigue a los entrenadores de la pelota redonda. Duele no festejar, porque siempre que el seleccionado argentino no gana es doloroso, pero al empezar un nuevo proceso, lo visto desde Durban genera un crédito abierto.
No se ganó ni se estuvo en posición de ganar y ese es un tema que habrá que ir resolviendo con velocidad porque lo que viene se hace cada vez más duro, sobre todo después de ver que los All Blacks están imposibles… ¡como siempre!
Los Pumas ya volvieron de Sudáfrica, ya se sumaron un grupo de jugadores recuperados o nuevos, destacándose la presencia del ‘cubano’ Facundo Bosch, a partir de la nueva política de convocar según las necesidades. Al no estar recuperado Julián Montoya, el hooker repatriado desde Agen, tendrá su oportunidad, finalmente, y si le dan algunos minutos de juego, podrá mostrar lo que por tener dos fantásticos jugadores delante de él no pudo. Ya era muy buen jugador al irse, dicen que el rugby francés lo potenció y mejoró.
Golpeados
Encontrará un equipo que se golpeó y mucho en Durban. La entrega del equipo es incuestionable y el nuevo aire que trajo el grupo de entrenadores debería ser algo que los empuje aún más ya que querrán demostrar que están para ser tenidos en cuenta.
A favor de Ledesma, Nico Fernández Miranda y el Negro Gaitán – éste desde hace más tiempo aún – está el hecho que ya conocen al grupo de jugadores tras trabajar con ellos desde principio de enero. El objetivo en aquellas calurosas mañanas de sol y mosquitos en Biei era el Súper Rugby. Hoy, es algo superior y es jugar en el torneo más duro del mundo ovalado.
Comenzar con una derrota era esperable, cómo será tener un rendimiento superior en casa. Se vuelve a Mendoza, ciudad que ha sido generosa con Los Pumas – empate con los Springboks en 2012, triunfo con los Wallabies en 2014. ¿Podría ser que 2018 traiga el tercer triunfo contra Sudáfrica de la historia?
Queda claro que el segundo test del Rugby Championship es generalmente cuando Argentina muestra su mejor desempeño en el torneo. Los viajes no han afectado tanto, se juega en casa con su propia gente y el equipo llega con energías. Para el quinto y sexto test, de regreso en casa, la fatiga es evidente.
Desde el juego siempre se está al límite. Los All Blacks hacen todo bien, los Springboks son los más potentes, los Wallabies tienen un juego a partir de la recuperación que los hace temibles. Argentina tiene un poco de todo, pero no todo de algo.
Entonces, el juego hay que buscarlo sabiendo que hay que constantemente acomodarse al rival.
Contacto físico, la clave
Los Springboks, que habían estudiado al dedillo a Los Pumas – seguramente a partir del análisis de los Jaguares, ya que repetir jugadores y entrenadores es una ventaja para los rivales – acertaron en detalles claves. Pero sobre todo, el partido se resolvió en el furioso esfuerzo físico que imponen en el punto de contacto. Se puede defender bien durante mucho tiempo, pero no todo el tiempo. Eso hace que a la larga, el agotamiento físico genere espacios inicialmente inexistentes.
El uso del pie fue también clave para unos sudafricanos que llegaron seis veces al try – dos de ellos directamente por kicks estratégicos.
Nico Sánchez, a partir del sábado el apertura con más tests para Argentina superando en uno los 58 del inolvidable Hugo Porta, empezó a mostrar lo que Gonzalo Quesada puede llegar a querer, con algunas bombas que complicaron a los Springboks – así llegó su propio try. Quesada también trabajará analizando el juego del pie del rival, elemento clave en la defensa.
Herramientas para frenar el potente pack de los Springboks hay. Debe combinarse la inteligencia, la potencia y monitorear el cansancio. Ya lo dijimos, falta de entrega no es el tema, solo que cuando la posesión está en el otro equipo que elije que el camino más directo es el recto, aunque haya defensores, la defensa se va, naturalmente, mermando.
Tras lo visto en el arranque de un nuevo Championship, la clave estará por allí, por mantener el orden defensivo, sostener la batalla corporal y poder golpear más veces como lo hicieron con el buen try de Pablo Matera o el de Nico Sánchez
All Impossible
Los Wallabies no estuvieron siquiera cerca de ganar el partido en casa ante unos All Blacks que son, realmente, imposibles. De la nada pueden generar todo pero casi siempre tienen todo – posesión, defensa, habilidad individual y estructural. Entra un centro con un cap y parece que estuviera jugando con Sam Whitelock hace 100.
Ya saber desde la primer fecha, en realidad desde antes pero le damos el beneficio de la duda a los Wallabies que siempre arrancan en casa con los de negro, quien va a ser el campeón no le quita emoción al torneo. La certeza solo contribuye a que imaginemos quien será el equipo que finalmente le gane. Hoy, Los Pumas no son ese equipo, aunque con algunos ajustes de clavija, tienen lo suficiente para complicar y por qué no ganarle a Sudáfrica. Si Australia no se recupera y vuelve a ser golpeado por los All Blacks como en Sydney, se puede ser también optimista de cara a los dos tests contra un equipo del que se tiene toda la información. Arrancó el Rugby Championship. Se puso bueno el año.
Por: Frankie Deges
www.aplenorugby.com.ar
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