Glen Jackson, de Nueva Zelanda, será el referee del partido cumbre de la temporada 2016 del Super Rugby entre los Hurricanes y los Lions, lo que desató una polémica
Los Hurricanes serán locales en el Westpac Stadium de la ciudad de Wellington, en Nueva Zelanda, este sábado cuando reciban a los Lions, de Sudáfrica, en lo que será el último partido de la temporada del Super Rugby, el campeonato de clubes más intenso del mundo.
La SANZAAR, ente que regula el rugby en el hemisferio sur, anunció esta semana que el encargado de impartir justicia será el neozelandés Glen Jackson; noticia que no cayó bien entre los simpatizantes de Lions, que temen cierta parcialidad por parte del árbitro.
El rugby suele caracterizarse por el respeto hacia el referee. En efecto, se dice en el ambiente que “el árbitro siempre tiene la razón”. Desde World Rugby y SANZAAR se esmeran por convencer tanto al público, a los dirigentes, y a los jugadores mismos, que la nacionalidad del encargado de dirigir los partidos no tiene importancia, dado que todos cuentan con la experiencia y el profesionalismo necesario para hacerlo.
Continuamente vemos errores que los árbitros cometen, pero nunca se duda de su parcialidad. Ahora bien, ¿qué sucedería si el árbitro fuera del mismo país que el equipo beneficiado por la sanción? En la final del 2014 de este mismo torneo, Craig Joubert refereó el partido que Waratahs (Australia) le ganó a Crusaders (Nueva Zelanda), en un polémico cierre. Tras un penal cobrado en contra de Richie McCaw, Bernard Foley, pateador aussie, le dio tres puntos y el campeonato a su equipo. El referee se disculpó después del encuentro y dijo que el penal no había sido tal. Imagínense si Joubert fuera australiano.
En la temporada pasada, los Highlanders y los Hurricanes se enfrentaron en la final, ambos siendo equipos del país Kiwi. La organización decidió colocar a Jaco Peyper, de Sudáfrica, como máxima autoridad. No hubo dudas de su imparcialidad.
Algunos sospechan que la decisión de colocar un referee del mismo país donde se juega la final, se debe, principalmente, a un tema económico, dado que no representaría una gran suma de dinero en transportes o viáticos. Esperemos que el partido de que hablar por el nivel de juego que nos tienen acostumbrados estos equipos, y no por un dudoso arbitraje.
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