Por la hazaña y sin capitán

Una profunda decepción, generada por una gran impotencia, embargó a los australianos luego de la derrota como local ante los All Blacks en la primera fecha del Rugby Championship. Robbie Deans lo sabe bien.
Los neozelandeses ganaron la partida desde lo mental. Amenazaron a su rival con la presión y eso les provocó a los aussies una andanada de errores que fueron vitales para el desarrollo del encuentro.
Esta vez, el coach australiano es consciente que la frialdad debe ser una de las virtudes de su equipo en Eden Park, aunque también reconoce que la obligación estará del otro lado.
Si bien perdimos en el debut, jugar en el terreno del contrario nos da una cierta libertad para poder plasmar nuestro plan de juego, manifestó el entrenador. Para colmo de males, en la revancha no estará el capitán David Po-cock, lesionado en su rodilla derecha. Por ahora Deans no dio indicios de quién ocupará su lugar (en Australia especulan que sea Radike Samo) aunque sí confirmó que la capitanía pasará a las manos de Will Genia.
Por su parte, los All Blacks llegarán con la tranquilidad de haber hecho bien los deberes en el primer partido. Sin mayores lesiones y con la confianza de no haber hecho un gran partido y que, aún así, le alcanzó para ganar.
Es tan perfecto que asusta
Si le entregás la guinda, la pasás mal. Y si la cuidás, saliendo desde el fondo como hicieron los Wallabies, también te acuestan. Y sí, los All Blacks hicieron gala de su gran presión para llevarse un merecido triunfo de tierras australianas por 27 a 19. Australia se adelantó con un penal de Barnes, pero de ahí en más el partido nunca volvió a ser suyo. Los neozelandeses golpearon en los momentos justos gracias a la indisciplina de los locales y ya no les permitieron acercarse en el marcador. Dominaron el partido desde lo mental y un poco menos desde lo táctico. Hicieron todo bien. De alguna manera Nueva Zelanda ‘apichonó’ a los australianos y se llevó punto bonus.
Por: Juan Urchevich
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