Finalmente y como muchos esperaban, cinco cordobeses campeones argentinos, tuvieron su reconocimiento y fueron citados a un seleccionado nacional.
La convocatoria a los Jaguares (Argentina) tras consagrarse campeones argentinos, era un pedido a gritos de toda la comunidad del rugby local. Tras los festejo en cancha de Belgrano Athletic después de vencer a Buenos Aires, toda Córdoba ansiaba ver a varios de estos campeones argentinos en un seleccionado nacional algo que con el correr de las semanas se termino confirmando.
Lo que uno debe tener en claro, es que para hoy ser tenido en cuenta en un equipo argentino, es necesario formar parte de las distintas estructuras de la Unión Argentina de Rugby las cuales tan buen resultado estando dando. Más allá de esto los amantes del deporte de la ovalada en la ciudad mediterránea, creyeron (correctamente) que muchos jugadores que vistieron la camiseta roja, debían ser reconocidos, no premiados, con el llamado a Los Jaguares, Pumas 7´s o Pumas.
Por esta razón y tras un excelente gesto de quienes seleccionan los nombres para afrontar las distintas competencias internacionales, tuvieron muy buena memoria y de manera justa aparecieron los nombres a Gastón Revol y Lisandro Gómez López (Pumas 7´s), Hugo Schierano, José Basile, Rodrigo Bruno (lesionado), Gastón Cortes, Fernando Luna y Martín Maineri en una lista. Sin dudas que esto genera un inmenso placer porque este llamado para ponerse la camiseta con el Puma en el pecho, no es más que un reconocimiento en muy buena ley a chicos que se esfuerzan día a día para ser mejores tanto deportivamente como humanamente.
Quizás para muchos jugar un Sudamericano no signifique algo importante, mientras que para otros tenga un magnitud inmensa por conseguir este logro. En definitiva y más allá del rival que toque enfrentar, ponerse la camiseta que usaron grandes figuras del rugby argentino, no es más que un orgullo y una inmensa alegría.
Desde CORDOBAXV queremos decirles que disfruten mucho este momento ya que se lo tienen muy merecido. Y no se olviden que este puede ser un primer paso de un camino largo.
Por Martín Quetglas
