Poner en palabras aVenecia requeriría de alguien con una pluma mucho más aceitada. Son muchos los placeres del viajante y si algo consigue la ciudad acuática por excelencia es exacerbar los sentidos.
Desde el desembarco del tren en la estación Venecia S. Lucía que deposita al viajante de frente al Gran Canal al recorrido tanto a pie por calles diminutas o canales coloridos, es difícil recordar que el viaje a Italia es para un torneo de rugby en el que, justamente, juega el seleccionado argentino de menores de 20 años.
El negro fin de semana que pasó trajo derrotas de Los Pumas contra el rejuntado de Barbarians Franceses, contra Portugal para Los Jaguares que están en la IRB Nations Cup en Bucarest y para Los Pumitas que cayeron en el debut mundialista contra Gales por un categórico 34-8.
Decía un colega presente en el Stadio Plebiscito de Padova: “Lo mejor de Los Pumitas estuvo en el precalentamiento. Me parece que los agotaron ahí.”
No fue tan así, según cuenta el capitán Brian Ormson. “No creo. Diría que los nervios del debut fueron lo que más nos complicó en el comienzo del partido. Después de empezar así, se nos hizo cuesta arriba el resto del partido”.
El hombre del primer equipo de Pucará conoce lo que significa un Mundial Juvenil, ya que está disputando su segundo torneo en años consecutivos. Ambos plan-teles requirieron de una larga preparación, que incluyó concentraciones, viajes, partidos, nervios, trabajo, esfuerzo.
El premio de todo esto es obviamente poder desplegar en un Mundial todo lo adquirido en casi un año de trabajo conjunto e individual. No lograrlo genera bronca y dudas. Cabe la pregunta entonces: ¿vale más el resultado obtenido que el camino recorrido? ¿Estos chicos representan el futuro del rugby argentino o los cracks surgen solos más allá de cómo se los forme?
“Es un equipo muy parejo, sin figuras”, decía Pancho Rubio, integrante del cuerpo técnico, antes del debut, en Padova. Entonces, el proceso es parte del resultado.
Este grupo de Pumitas viene trabajando junto a destajo. Sí, el debut fue un traspié. Falló el resultado y faltó el juego. Esto último es lo más preocupante. Encima, hubo televisión en directo para la Argentina y las falencias quedaron expuestas ante un número más amplio de hinchas de éste y otros equipos nacionales. En tanto, ayer Los Pumitas disputaron su segundo partido. Fue contra el seleccionado local, en el Stadio Mario Battaglini de Roviga, en la chata ciudad de Rovigo (ver recuadro).
Saben que éste es un escalón importante en la búsqueda de, quizás, un futuro en el rugby. O al menos como parte de un proceso que los convertirá en mejores jugadores. Si bien todavía no está prevista la visita a Venecia, distante a tan sólo 35 minutos de tren de la bella Treviso, donde están alojados Los Pumitas, se descarta que este ícono de la humanidad será recorrido por Los Pumitas.
El resultado es parte del proceso y acá se busca además de buenos jugadores, gente completa.Y el estar de gira representa muchas cosas. Una clave: poder disfrutar de las experiencias. Las deportivas y las otras.
Venecia aporta mucho más que la foto recordatoria. Venecia abre los ojos, la cabeza y el alma.
Por: Frankie Deges
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