Este martes, la empresa confirmó que asumió la propiedad completa de los Newcastle Falcons, que a partir de la próxima temporada pasarán a llamarse Newcastle Red Bulls. El debut oficial bajo esta nueva identidad será el mes próximo, en el arranque de la Gallagher Premiership.
La operación busca aplicar al rugby el sello innovador que Red Bull ha impuesto en otras disciplinas, desde la Fórmula 1 hasta el fútbol, donde posee clubes como RB Leipzig, Red Bull Salzburgo y Leeds United. Incluso, recientemente incorporó a Jürgen Klopp como jefe global de fútbol de la compañía.
Con cinco títulos importantes en su palmarés —incluido el campeonato de liga de 1998—, Newcastle ha sido cuna de figuras como Jonny Wilkinson, leyenda de Inglaterra y campeón mundial en 2003.
“Juntos, aspiramos a llevar el rugby a nuevas alturas y ofrecer momentos inolvidables a nuestros aficionados”, señaló Oliver Mintzlaff, director ejecutivo de Proyectos Corporativos e Inversiones de Red Bull.
El movimiento supone una apuesta fuerte por el rugby profesional, con la mira puesta en potenciar su alcance global, atraer nuevas audiencias y reforzar el espectáculo dentro y fuera de la cancha.